Las medidas de Macron disparan el déficit sin lograr una garantía de paz social
El debate en torno a las medidas anunciadas el lunes por el presidente francés, Emmanuel Macron, en respuesta a las movilizaciones de los chalecos amarillos, no despejó ayer la duda de si bastarán para aplacar la cólera ciudadana. Pero la subida
El Gobierno confirmó ayer que las medidas anunciadas costarán a las arcas públicas hasta 10.000 millones de euros. Y que el déficit podría llegar al 3,4% en 2019, aunque el ministro de Cuentas Públicas, Gérald Darmanin, subrayó en el Senado que “no es la cifra definitiva” porque ese cálculo no tiene en cuenta eventuales medidas de ahorro a introducir en el nuevo presupuesto. “Debemos velar para que el gasto público sea controlado. Tendremos que tomar medidas para no aumentarlo”, dijo el primer ministro, Édouard Philippe, en un duro debate parlamentario en el que llovieron las críticas desde la oposición.
Las concesiones de Macron, entre ellas un aumento del salario mínimo en 100 euros mensuales, la exención de impuestos y contribuciones sociales a las horas extra, una prima de fin de año libre también de impuestos o la reducción de la CSG, un impuesto para financiar la protección social a jubilados con una pensión menor a los 2.000 euros, pasarán factura.
El presidente de la Asamblea Nacional, Richard Ferrand, recalcó que cualquier aumento del déficit será “estrictamente temporal” y Francia —que el año pasado logró por primera vez en una década cumplir los límites de Bruselas— volverá a respetar el 3% en 2020. Está por ver si esto bastará ante una EU que precisamente está presionando a Italia por sus objetivos de déficit.
La Comisión Europea “seguirá de cerca el impacto de los del salario mínimo, entre otras propuestas, sí provocó inquietud a escala europea: ¿aceptará Bruselas que Francia caiga de nuevo en un gasto excesivo? Que el país se embarcará en un déficit mayor, por encima del límite comunitario del 3%, parece inevitable. El Gobierno calcula hasta el 3,4%.
anuncios hechos por el presidente de la República en el déficit francés y las modalidades de financiación”, declaró en Estrasburgo el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, a la agencia France Presse. Una portavoz de la Comisión agregó más tarde que evaluarán las
cuentas de Francia en mayo, cuando se elaboren las próximas previsiones económicas por países, informa Lluis Pellicer desde Bruselas.
Las dudas en el movimiento de protesta tampoco se despejaron al día siguiente de la esperada intervención de Macron, un discurso que fue visto por más de 23 millones de espectadores. Muchas rotondas y carreteras amanecieron una vez más pobladas por chalecos amarillos . La pregunta del millón es hasta cuándo seguirán en la calle. Lo que el Gobierno busca evitar es un “acto V”, un quinto sábado de protestas violentas en las principales urbes.
Apoyo de la población
Los primeros sondeos realizados tras el anuncio del presidente francés indican que el apoyo de la población a los chalecos amarillos aún es fuerte, pero está descendiendo. Así, según la encuesta de OpinionWay realizado para la cadena LCI, el apoyo al movimiento de protesta sigue siendo mayoritario (66%), pero baja dos puntos respecto de la semana pasada. Además, el 54% considera que es hora de que paren las protestas, frente a un 45% favorable a que continúen.
El sondeo de Odoxa para France Info y Le Figaro afirma, por el contrario, que siguen siendo mayoría (54%) los que desean que prosigan las acciones de los chalecos amarillos. Aun así, también se constata una fuerte caída del apoyo a las protestas, de 12 puntos, respecto a finales de noviembre.