Las compañías telefónicas se suman a la lucha contra la piratería cultural
Dos sentencias recientes obligan a los proveedores de Internet a bloquear 14 webs que difundían contenido musical y audiovisual sin permiso. Las empresas destacan que su acción depende de las decisiones judiciales
Cómplices. Incluso aliados. Desde luego, ya no obstáculos. Hubo un tiempo en que las empresas culturales acusaban a las telefónicas, al menos en privado, de sabotear la lucha contra la piratería. Sostenían que Telefónica, Orange o Vodafone proporcionaban Internet a sus clientes, pero se despreocupaban ante los miles de usuarios que aprovechaban su servicio para difundir contenidos no autorizados. Algo, sin embargo, está cambiando. Tras presiones, negociaciones y diálogo, la cultura parece haber reclutado a un nuevo guardián frente a los piratas. La prueba más clara es media docena de sentencias desde 2017. Pero, sobre todo, dos procesos judiciales idénticos en pocos meses y que ha obligado a bloquear el acceso a 14 webs piratas.
En ambos casos, las grandes distribuidoras de cine habían presentado una demanda contra los proveedores de Internet, para que el juez les impusiera la obligación de cerrar la entrada a esos sitios, pero las compañías lo han aceptado sin discutir. Lejos de plantear objeciones o recurrir, “se allanan íntegramente” a la estimación de la demanda, reza la segunda de esas sentencias, del Juzgado de lo Mercantil número 9 de Barcelona, firmada el pasado 16 de mayo, a la que ha tenido acceso EL PAÍS.
La propia magistrada, Bárbara María Córdoba Ardao, aclara en el fallo por qué este es importante y refuerza una vía alternativa para frenar la piratería. El texto se remite a otras sentencias “favorables a permitir que los titulares de derechos de propiedad intelectual puedan dirigir su acción directamente contra los proveedores de los servicios de la información, sin necesidad de demandar simultáneamente al infractor, para conseguir el bloqueo de aquellas webs a través de las cuales se estarían infringiendo sus derechos de propiedad intelectual, al tratarse de un medio y mecanismo más rápido y eficaz para poner fin a este tipo de actividad infractora”, ante las dificultades para encontrar al responsable de la página y pedir su clausura.
Es decir, en vez de intentar perseguir al pirata hasta el fondo de la cueva donde se oculta, la industria intenta ahora cortarle el suministro. “Las telefónicas no están acusadas de nada malo de por sí, pero se les avisa porque se accede a contenidos no autorizados a través de su servicio”, matiza Stan McCoy, presidente de MPAA (la asociación de las majors de Hollywood) para Europa, Oriente Próximo y África. Precisamente, los principales colosos de su organización son los demandantes del caso resuelto en Barcelona: Disney, Columbia, Universal, Paramount, 20th Century Fox, Warner Bros y Universal Cable.
“Nuestra postura no ha cambiado en absoluto. Simplemente, no depende de nosotros, sino que para bloquear un acceso hace falta que lo establezca un juez”, explica un portavoz de Telefónica. Algo que reiteran en Orange: “Cualquier acción por parte de una operadora debe ejecutarse con un mandamiento judicial”. Aun así, las tres empresas telefónicas contactadas por EL PAÍS (a las dos primeras se suma Vodafone) hacen hincapié en su “compromiso total” por la defensa de la propiedad intelectual e, incluso, expresan su deseo de que el procedimiento se agilice todavía más en el futuro. “Mantenemos reuniones tanto con Cultura como
con los autores para asegurar la rápida y eficiente implementación de las medidas judiciales ordenadas”, agrega un portavoz de Vodafone.
La sentencia del 16 de mayo, de cuatro páginas, ordena a Telefónica, Vodafone, Ono y Orange “impedir el acceso de sus clientes desde el territorio español” a nueve webs a través de las cuales “se están cometiendo actos de infracción de derechos de propiedad intelectual”: Exvagos1.com, Seriesdanko.to, Seriespapaya.com, Cinecalidad.to, Repelis.live, Pelispedia.tv, Cliver.tv, Descagasdd.com y Pepecine.me. Para ser efectiva, la medida se amplía a otros “dominios, subdominios y direcciones
IP” que resuciten las páginas afectadas u ofrezcan atajos para llegar a ellas esquivando el bloqueo, algo muy frecuente en Internet. El mismo juzgado ya había bloqueado otras cinco webs en un proceso similar el pasado marzo: Elitetorrenz.biz, Mejortorrent1.com, Gnula.nu, Mejortorrent.org y Gnula.se.
Estas dos decisiones judiciales más recientes se suman o tras dictadas desde 2017 en el mismo sentido. Como la del pasado febrero, también en un juzgado de Barcelona, aunque en este caso los demandantes procedían de la industria musical. Carlota Navarrete, directora general de la Coalición de Creadores —que ejerce como grupo de presión en defensa de la propiedad intelectual—, pone el punto de partida del cambio en la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil, en 2015. Subraya que esta reconoció que “los intermediarios que prestan servicios a terceros infractores tienen un importante papel en la lucha contra la piratería, debiendo suspender dichos servicios para evitar que se sigan produciendo las infracciones”. Navarrete estima que, desde 2017, ha habido al menos seis sentencias favorables en este sentido, entre industria musical y cinematográfica.
Trabajo conjunto
Así que ambas partes tienen razones para sonreír. Por un lado, hasta los estudios de la coalición detectan una disminución de la piratería. Por otro, el cierre de webs por vía judicial también se ha simplificado, tanto por los cambios legales que facilitan el castigo inmediato al reincidente como por la mayor eficacia administrativa. Y ahora, además, cuentan con esta nueva flecha en su arco.
El breve espacio de tiempo en el que se están resolviendo en los juzgados las demandas es otra alegría para la coalición. Aunque todavía los creadores echan en falta unos cuantos ausentes en la trinchera. McCoy prefiere mantenerse genérico: “Hay un sistema que permite que funcione la piratería y todos deben trabajar juntos para evitarlo. Telefónicas, buscadores, anunciantes, compañías que ofrecen métodos de pago...”. La invitación a sumarse a la alianza está siempre abierta.