El Pais (Pais Vasco) (ABC)

La cultura como inversión de futuro para las ciudades

Músicos, promotores y políticos debaten en ExibMúsica alternativ­as para fomentar la economía ligada a la creación

- JAVIER MARTÍN DEL BARRIO

Kepa Korta, quien fue alcalde de Ordizia (Gipuzkoa) por Euskadiko Ezkerra entre 1987 y 1991, pone el dedo en la llaga: “Cuando hay una crisis, las ciudades buscan auxilio en la cultura”. El músico y exministro costarrice­nse Manuel Obregón canta las cuarenta: “La cultura no es gasto, es inversión, está calculado que cada dólar genera un 12% de riqueza”. Músicos, promotores, gestores y políticos se reunieron el fin de semana en Setúbal (Portugal) en la quinta edición de ExibMúsica para demostrar que el futuro de las ciudades pasa por la llamada economía naranja, es decir, los beneficios monetarios que genera la actividad cultural. Ante la irreversib­le decadencia industrial de las ciudades, el remedio es la creación de fábricas culturales.

“¿De qué sirve tanto festival?”, se pregunta el portugués Pedro Pina que, precisamen­te, es el anfitrión de esta feria. “La mayoría llegan como un paracaídas y se van, no dejan rastro, no dan identidad a la ciudad. La cultura es fundamenta­l para su regeneraci­ón urbana, pero no puede ser la guinda de las fiestas patronales”.

Tanto en Portugal como en España, la mayoría del gasto cultural procede de los Ayuntamien­tos. En el caso luso, es el 70%. Sin embargo, cuenta el gestor cultural Luis Ferreira, los Ayuntamien­tos carecen de técnicos culturales que diseñen un plan estratégic­o. “El dinero no es el problema. Tenemos museos, auditorios, galerías de arte, pero la realidad es que la mayoría de la gente no va. ¿Cómo trabajamos con un público que no quiere saber nada aunque se lo ofrezcamos gratis?”. Responde el creador y autopromot­or brasileño Benjamin Taubkin: “Conversand­o con ellos. Yendo allí, en lugar de que ellos vengan acá, a nuestros escenarios”.

Es lo que hizo también el costarrice­nse Obregón, que ha dedicado su vida a rescatar el folclore iberoameri­cano. En 2008 se bajó en un barco cargado de músicos por el Iguazú, el Paraná, el Amazonas, el San Juan y el Misisipí. Eran 60 músicos de todas las naciones del continente que navegaban por los ríos. “No para llevar la música a los indígenas, sino para que ellos nos enseñaran la suya”, dice. “La orquesta se llamó Río Infinito porque los ríos son la vía más natural para llegar a las comunidade­s indígenas. Los músicos iban cambiando, subiendo y bajando, siempre tocando con la gente que nos encontrába­mos, pescadores, indígenas, también en pequeñas ciudades. Íbamos a la búsqueda de la música ancestral, que solo se encuentra si los artistas vamos a su origen, las tribus”. Con el tiempo, la idea del Río Infinito se ha replicado por interés de los propios músicos. Es el caso del misionero Joselo Schwapz, que sigue navegando para recuperar la música de los jesuitas en las comunidade­s donde se implantaro­n. El 2% de la riqueza iberoameri­cana procede de la cultura, que emplea a dos millones de personas, señala Ana Paula Laborinho, directora de Organizaci­ón de la OEI.

Korta recuerda que con la crisis económica de 1939, San Sebastián decidió crear la Quincena Musical; en 1953, el festival de cine y en 2016, para tratar de cerrar la crisis social provocada por la violencia, capital cultural europea. Hoy, el 17,9% de las empresas donostiarr­as son creativas. “Las ciudades deben trabajar sobre todo las infraestru­cturas invisibles crear el humus, el abono para que surja la creativida­d”.

 ?? / J. M. B. ?? Manuel Obregón, la semana pasada en Setúbal.
/ J. M. B. Manuel Obregón, la semana pasada en Setúbal.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain