Treinta medios se unen para investigar crímenes medioambientales
EL PAÍS se suma a ‘Green Blood’, la alianza para abordar escándalos que han costado a periodistas locales una grave persecución
Treinta medios de todo el mundo procedentes de otros tantos países se han unido para investigar juntos escándalos medioambientales de varios países en desarrollo que la prensa local ha afrontado con persecuciones, intimidaciones, muertes y demandas. Bajo la coordinación del consorcio Forbidden Stories (“Historias prohibidas”), EL PAÍS se suma así a una alianza con periódicos como The Guardian (Reino Unido), Le Monde (Francia), Expresso (Portugal), Die Zeit y Süddeutsche Zeitung (Alemania), Haaretz (Israel) Gazeta Wyborcza (Polonia) y medios y plataformas de Sudáfrica, Colombia, Kenia, Guatemala, Suiza, Suecia, Bélgica y otros en todo el mundo. El proyecto, de nombre Green Blood (sangre verde), se define bajo el lema: “Silenciaron a los periodistas. Pero no silenciarán las historias”.
Unos 40 periodistas de estos 30 medios han investigado de forma conjunta durante ocho meses escándalos medioambientales en los que la prensa local ha sufrido censura y violencia. La minería de arena en India, del níquel en Guatemala y del oro en Tanzania han sido el objetivo de estas investigaciones que EL PAÍS y los demás medios divulgarán desde mañana y a lo largo de esta semana en cerca de 30 países.
Trece periodistas que investigaban escándalos medioambientales han muerto desde 2009 en el mundo, según el Comité para la Protección de Periodistas, que aún está analizando otras 16 muertes. Muchos más están sufriendo violencia, acoso, intimidación y persecuciones legales. En algunos lugares del mundo, el territorio del medioambiente se ha convertido en uno de los más peligrosos para el trabajo periodístico junto con el reporterismo de guerra.
Los intereses empresariales, en connivencia con fuerzas de seguridad y políticos locales, han dificultado investigaciones en algunos de los espacios naturales en los que se realizan prospecciones y se explotan proyectos mineros. La búsqueda de materias primas en países con peores condiciones laborales y menores controles ambientales ha llevado a abusos ecológicos, derrames con daños para la salud de la población local, amedrentamiento de periodistas, sacerdotes o líderes vecinales que se atreven a protestas e incluso a muertes y violaciones.
Durante ocho meses, unos 40 periodistas han trabajado bajo la coordinación de Forbidden Stories para dar continuidad a investigaciones que los periodistas locales se han visto impelidos a abandonar. Tanzania, Guatemala e India centran estas investigaciones, donde multinacionales de la minería están obteniendo materias primas básicas para tecnología, electrodomésticos, móviles o productos de consumo que se venden principalmente en occidente. Algunas de ellas utilizan empresas interpuestas para evadir los certificados de respeto del medioambiente.
El año pasado, el consorcio Forbidden Stories investigó el asesinato con un coche bomba de la periodista Daphne Caruana Galizia en Malta un coche bomba el 16 de octubre de 2017.