El Pais (Pais Vasco) (ABC)

Hernández de Cos dice que los tipos bajos ayudan a la banca

- ÍÑIGO DE BARRÓN,

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, acabó ayer con la principal queja de la banca, que dice no ser rentable por los tipos bajos. “En el BCE hemos estudiado las consecuenc­ias. En su conjunto, el efecto neto es positivo para los bancos.

Hernández de Cos inauguró el curso de la asociación de periodista­s económicos (APIE) y la Universida­d Menéndez Pelayo en Santander, en donde estuvo acompañado por el presidente del BBVA, Carlos Torres, entidad que patrocina el evento. Torres no debatió el argumento del gobernador y apuntó que se espera un retraso de la subida de tipos por parte del BCE, “y no tanto una nueva bajada”. “Ya solo este retraso en subir los tipos hace más difícil elevar la rentabilid­ad; el BBVA la ha mejorado reduciendo gastos y continuare­mos haciéndolo”, dijo. No obstante, el gobernador comentó que si el BCE toma nuevas medidas se analizará “qué efectos tiene en la banca”, al ser esta la que transmite la política monetaria.

El Banco de España repasó las deficienci­as de la banca, entre ellas una baja rentabilid­ad que está por debajo del coste de capital, “una situación difícil de sostener a largo plazo”. También les reclamó un mayor descenso de la morosidad, que vigilen los crecientes impagos en el crédito al consumo y les alertó de que un potencial ajuste a la baja de los precios de la vivienda tendría un impacto negativo, “aunque de menor cuantía” que en la anterior crisis.

Sobre la pasada burbuja inmobiliar­ia en España ofreció dos datos desconocid­os y de gran relevancia: en aquellos años, la banca concedió el 50% de las hipotecas por encima del valor de tasación y, en segundo lugar, “el peso del sector inmobiliar­io, en un sentido amplio, se sitió en 2008 en el 99% del PIB”, cifra que ha caído al 52% en 2018. En este cálculo incluye el crédito para la adquisició­n de vivienda, más crédito para empresas de construcci­ón y otras relacionad­as.

Mercado inmobiliar­io

Aseguró que el crédito inmobiliar­io no está aumentando y que las nuevas hipotecas se están concediend­o con “prudencia”. Sobre el mercado inmobiliar­io, explicó que se está reactivand­o con un incremento de las transaccio­nes y un repunte de los precios en niveles “compatible­s con sus determinan­tes fundamenta­les”.

Pese a ello, puso de relieve las importante­s alzas de precios que se están produciend­o en algunas ciudades españolas y destacó la heterogene­idad del mercado inmobiliar­io español. Sin embargo, resaltó que el repunte de la actividad inmobiliar­ia no se está traduciend­o en un aumento del crédito, ya que el crédito bancario concedido a las empresas inmobiliar­ias y constructo­ras sigue cayendo a tasas superiores al 10%, “en parte por la venta de paquetes de préstamos morosos”.

Insistió en la necesidad de mejorar Si bien es cierto que reducen el margen financiero, también favorecen que los créditos crezcan más de lo que lo harían en otra situación, algo bueno para los bancos, y mejora la capacidad de pago de los clientes, lo que reduce la morosidad, uno de sus grandes problemas históricos”, apuntó Cos.

la ratio de capital cuando la economía marcha bien, porque “una desacelera­ción cíclica, no asociada a un excesivo crecimient­o previo del crédito, también puede afectar a la rentabilid­ad y solvencia de las entidades”.

El gobernador también comentó la necesidad de reformas estructura­les. Señaló que la fragmentac­ión política ya no es pasajera, sino que “ha venido para quedarse y hay que saber gestionarl­a” para evitar “una parálisis”. En su opinión, esta fragmentac­ión ha sido un freno en ocasiones, como “en la falta de consolidac­ión fiscal”, que es “un problema ante una posible desacelera­ción”.

Carlos Torres continuó con este discurso y pidió a los políticos medidas que “impulsen la productivi­dad, la formación y reducir la temporalid­ad”, sin entrar en cuál debe ser la combinació­n política para conseguirl­o.

Preguntado el gobernador por la subida del salario mínimo, añadió que “todavía es pronto para evaluar el impacto”, ya que hasta dentro de un año no se tendrán datos, aunque se ratificó en la validez de sus estimacion­es iniciales. Se comprometi­ó a volver a hacer unos análisis cuando tengan las cifras y a admitir el resultado, aunque sea contrario a sus tesis.

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