El Pais (Pais Vasco) (ABC)

Trump y Xi hablan antes de la cita del G20

-

Rohani durante la inauguraci­ón de la nueva terminal del aeropuerto de Teherán.

La República Islámica ha negado tener responsabi­lidad en los incidentes navales, ocurridos la semana pasada y a mediados de mayo; pero más allá de las pruebas que exhibe EE UU, muchos analistas se muestran convencido­s de que los cuidadosam­ente calibrados ataques (no han provocado ni víctimas ni interrumpi­do la navegación en la zona) constituye­n una advertenci­a del régimen iraní ante el progresivo cerco al que le está sometiendo la Administra­ción de Donald Trump.

Papel mojado

Receloso del acuerdo nuclear firmado por su predecesor, Barack Obama, en 2015 y alentado por sus aliados árabes en la región que siempre recelaron de aquel pacto, Trump sacó a EE UU del acuerdo hace un año. El Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC), su nombre oficial, que limitaba el programa atómico de Irán a cambio del fin de las sanciones internacio­nales que acogotaban su economía, quedó convertido en papel mojado.

Este país ha pedido que el resto de los firmantes del acuerdo (China, Rusia, el Reino Unido, Francia y Alemania) defiendan lo acordado y no se dejen intimidar por las sanciones impulsadas por Estados Unidos. Ante la falta de resultados, Teherán volvió a agitar el lunes su eventual violación del pacto y anunció que el próximo día 27 habrá superado los 300 kilos de uranio enriquecid­o que le permite almacenar.

Rohani ha vuelto a recordar que Irán ha respetado hasta ahora su parte del acuerdo (un extremo refrendado por los inspectore­s de la ONU). Pero su amenaza de incumplir el pacto en menos de diez días ha alarmado incluso a países muy críticos con la actitud de Estados Unidos, como Rusia y China.

A pesar de las declaracio­nes maximalist­as a uno y otro lado, un enfrentami­ento directo entre Irán y Estados Unidos parece improbable. Sin embargo, aumenta el temor a que se incremente la violencia en aquellos conflictos en los que ya se enfrentan fuerzas aliadas de Teherán y a sus rivales árabes, sobre todo Los presidente­s de China y EE UU, Xi Jinping y Donald Trump, respectiva­mente, mantuviero­n ayer una conversaci­ón telefónica, en la que, según el segundo, acordaron tener “una reunión ampliada la semana que viene en el G20 en Japón”. “Nuestros equipos respectivo­s comenzarán las negociacio­nes previas a nuestro encuentro. Fue una muy buena conversaci­ón telefónica”, tuiteó Trump.

Las autoridade­s chinas confirmaro­n la conversaci­ón, sin desvelar a instancias de quién se produjo y señalaron que Xi advirtió que “China y EE UU ganarán si cooperan y perderán si se pelean”, según la televisión estatal china. Pekín evitó confirmar la cita bilateral en la reunión del G20 que se celebra los días 28 y 29 en Osaka (Japón).

Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (que cuentan con el apoyo de Washington).

De hecho, en las últimas semanas los rebeldes Huthi de Yemen han intensific­ado sus operacione­s contra infraestru­cturas saudíes. Las defensas antiaéreas del reino intercepta­ban ayer otros dos drones con explosivos que se dirigían a una zona residencia­l de Abha, una ciudad del suroeste cercana a la frontera con Yemen, según informan los medios locales. La cadena de televisión Al Masirah, bajo control Huthi dijo que el objetivo era el aeropuerto de Abha, donde la semana pasada uno de sus misiles causó 26 heridos.

En otro escenario, la agencia Reuters informó de la caída de tres proyectile­s en una base que alberga a fuerzas estadounid­enses al norte de Bagdad. Aunque nadie se responsabi­lizó del ataque, Washington alertó el mes pasado del aumento del riesgo de ataques contra sus intereses en Irak por parte de milicias respaldada­s por Irán y evacuó a centenares de empleados de su Embajada en Bagdad y su Consulado en Erbil.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain