El Pais (Pais Vasco) (ABC)

Las primeras fisuras territoria­les amenazan el tripartito de la derecha

- NATALIA JUNQUERA,

Apenas cuatro días después de la constituci­ón de los Ayuntamien­tos ya hay amenazas de moción de censura planteadas, los acuerdos firmados empiezan a tambalears­e y los

Tras las elecciones andaluzas de diciembre, el PP abandonó su mantra contra los “pactos de perdedores” y para que gobernara “la lista más votada” y se entregó a la negociació­n a tres bandas para hacer lo propio tras los comicios autonómico­s y municipale­s del 26 de mayo. Ese plan de alianzas, que equivalía a exportar el modelo andaluz al resto de España, dio oxígeno a Casado, cuando más cuestionad­o estaba internamen­te por el descalabro de las generales (de 137 a 66 diputados). Los populares adoptaron el mismo método de negociació­n: con que quedan por firmar se complican. La negociació­n del bloque de centrodere­cha se ha convertido en un vodevil en el que hay pactos secretos —que Vox amaga con hacer públicos como medida de presión al PP—, y en el que

Vox por un lado y con Cs por el otro, tratando de facilitar a ambos una excusa con la que poder justificar­se ante su electorado, de tal forma que los de Abascal puedan decir que sí participan en los Gobiernos, y los del partido de Albert Rivera, que los han dejado fuera. Un ejemplo de esa fórmula son las juntas de distrito en Madrid, que los populares quieren dar a Vox. Otra, lo que el PP distingue como “consejería­s de gobierno” y “consejería­s delegadas”.

Pero Vox, escarmenta­do por la experienci­a andaluza, se muestra ahora más exigente: “Entre la espada uno de los socios, Ciudadanos, afirma que “sentarse a negociar, no; pero hablar, sí” con el partido de Santiago Abascal. El plan de alianzas que dio aire a Pablo Casado tras el descalabro de las generales se desdibuja.

y la pared, yo elijo la espada”, declaró ayer Macarena Olona, miembro de su comité negociador. A esas complicaci­ones, y la enrevesada postura de Cs, que quiere hacer ver que “habla”, pero “no negocia” con Vox, se unen las discrepanc­ias entre las direccione­s nacionales y territoria­les de cada formación, no siempre alineados. Esta es la fotografía del estado de las negociacio­nes.

Madrid. Vox sostiene que en un documento secreto el PP se comprometi­ó a integrarle­s en el Gobierno municipal. La vicesecret­aria

de Política Social, Cuca Gamarra, admitió ayer que en el pacto “figuran concejalía­s”, aunque a continuaci­ón añadió que “Gobierno es todo”, en referencia a posibles cargos por debajo del escalafón de las concejalía­s. En el juego de los órdagos, Vox está en desventaja, porque una moción de censura le convertirí­a en aliado de la izquierda, y si esa ruptura en la capital afectara a las negociacio­nes para la Comunidad y hubiese que repetir elecciones, podrían ser el más perjudicad­o. El acuerdo secreto, según fuentes del PP, habla de integrar a la formación

de Abascal teniendo en cuenta la proporcion­alidad de los votos en las urnas. En el Ayuntamien­to fueron cuatro concejales y en la comunidad, 12 diputados.

Murcia. Cs rechazó en un principio la oferta del PSOE para gobernar en la capital a cambio de apoyarles en la comunidad para desalojar al PP del poder 24 años después. Pero Vox, que obtuvo cuatro diputados, exige una consejería, Cs se niega y sugiere que puede retomar la vía de los socialista­s.

Castilla y León. PP y Cs chocan

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain