El Pais (Pais Vasco) (ABC)

Cárcel para un neonazi por amenazas

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Llamar “traidor a la raza” a la realeza británica sale caro. En concreto, cuesta cuatro años y tres meses de cárcel. Esa es la condena que se le ha impuesto a Michal Szewczuk, de 19 años y originario de Leeds, por los insultos que dedicó al príncipe Enrique de Inglaterra.

Szewczuk publicó en diciembre un fotomontaj­e en las redes sociales del príncipe en el que se le veía sobre un fondo manchado de sangre, con una esvástica y una pistola apuntando a la cabeza junto a la frase: “Hasta pronto, traidor a la raza”.

La justicia británica ha condenado a Szewczuk por apología del terrorismo, así como por posesión de material terrorista. Las amenazas vienen por el matrimonio de Enrique con Meghan Markle, que es hija de un hombre blanco y una mujer negra.

Durante el juicio se leyeron en voz alta extractos del blog de Szewczuk en los que justificab­a las violacione­s a mujeres y niños que no fueran de raza aria. Gales, ofreció una razón: “Guillermo es bastante controlado­r, y tenía el control cuando eran solo los tres, pero ahora no. La llegada de Meghan ha desequilib­rado todo. Ella sabe lo que está haciendo, es una actriz de Hollywood”.

Las noticias de la división de Fundación Real llegan cuando está en marcha un gran proyecto para que los duques de Sussex se muden a África hasta seis meses durante los próximos dos o tres años. Pasar un tiempo en el extranjero es algo que el hijo menor de Diana y Carlos de Inglaterra ha querido hacer durante muchos años. Su esposa está de acuerdo con estos planes. La pareja quiere dedicarse a temas relacionad­os con la conservaci­ón, el medioambie­nte y la educación. Los asesores de los duques de Sussex están trabajando en un plan a medida para la pareja con la ayuda de sir David Manning, exembajado­r en los Estados Unidos, y de lord Geidt, el ex secretario privado de la reina Isabel II.

Proyecto de futuro

Fuentes cercanas al ex primer ministro Tony Blair también han dicho al Daily Mirror que la decisión de Enrique podría basarse en los planes de su madre con el líder laborista. Blair quiso crear un papel a medida de la princesa para que se convirtier­a en una enviada internacio­nal de paz, pero su muerte lo impidió.

En una entrevista después del fallecimie­nto de Lady Di en un túnel de París, el 31 de agosto de 1997, Blair dijo: “Ella tenía una tremenda habilidad para abordar temas complicado­s. Sobre las minas antiperson­a hizo lo que debía: visibilizó el problema”. Y añadió: “Pensé que su manera de actuar se podía utilizar para el bien de la gente”.

El lunes, Enrique dio una muestra de lo que quiere que sea su futura vida. Habló precisamen­te de la limpieza de minas en Angola, la causa defendida por su madre hace dos décadas acaparando titulares en todo el mundo cuando caminó por un campo minado. “No olvidemos que las minas terrestres son un problema humanitari­o y no político”, dijo el príncipe. En septiembre, el duque de Sussex acudirá a Angola en un viaje oficial para alzar allí de nuevo su voz.

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/ CHRIS JACKSON (GETTY) Enrique de Inglaterra, el lunes durante su intervenci­ón sobre las minas personales.

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