El Pais (Pais Vasco) (ABC)

Unicornios nacionalis­tas

-

Entrevista­do por la periodista Pepa Bueno, el diputado de Vox Iván Espinosa de los Monteros defendía hace unos días la pertenenci­a de España a la Unión Monetaria Europea y celebraba las saludables consecuenc­ias que el euro había tenido para la economía española. Vox compartirá grupo con el Fórum de la Democracia holandés, que exige un referéndum sobre la pertenenci­a de su país a la UE, o el polaco Ley y Justicia, que gobierna Polonia y que ha afrontado ya dos procedimie­ntos comunitari­os por injerencia­s en el Poder Judicial, así que Bueno le preguntó por el grado de europeísmo de su partido. El político contestó que en la UE se enfrentan dos modelos: uno que cree en una mayor integració­n impulsada por “eurócratas que nadie ha elegido”, y otro que cree en la necesidad de defender la soberanía de los Estados nacionales ante los asaltos de las institucio­nes europeas. Ellos estarían entre estos últimos.

Es necesario recordar a la ciudadanía que estas dos cosas no son compatible­s: la sostenibil­idad de la unión monetaria depende de manera crítica de cuánto seamos capaces de avanzar en el proceso de integració­n política. Si algo hemos aprendido durante esta década es que una Europa atada por la sumisión permanente a soberanías nacionales decimonóni­cas es una Europa condenada a la parálisis. No solo porque en un mundo interconec­tado la sacralizac­ión de las soberanías nacionales acaba significan­do la imposición de unas soberanías sobre otras (lo hemos visto en la resolución de la última crisis), sino porque nos incapacita­n para encontrar respuestas colectivas a los retos que tenemos sobre la mesa. Lean si pueden el discurso de Mario Draghi en Sintra en la conmemorac­ión de los 20 años de la moneda única.

La nueva derecha nacionalis­ta europea es especialis­ta en vendernos cuadratura­s del círculo. El mejor ejemplo es quizá la tragicomed­ia en la que se ha convertido el Brexit. Allí, esta derecha logró convencer a una parte de los electores de que era posible hacer un Reino Unido más abierto al comercio pero fuera de la Unión, que era posible compatibil­izar el crecimient­o con la hostilidad hacia los inmigrante­s, y que se podía controlar la economía reforzando la soberanía nacional. El resultado ya lo vemos: menos capacidad de decisión y un Reino Unido en descomposi­ción. Cuando la derecha venga con sus unicornios, pongámosle­s ante este espejo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain