CaixaBank, Bankia e ING niegan que los tipos negativos les ayuden
Contradicen la posición mantenida por el Banco de España
El lunes pasado, Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, afirmó que los bajos tipos de interés (negativos desde 2016) favorecen más que perjudican a los bancos comerciales porque impulsan el crédito y reducen la morosidad. Sin embargo, el presidente de Caixabank, Jordi Gual; el de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri; y el consejero delegado de ING España, César González-Bueno, discreparon del supervisor porque consideran que el lastre que suponen los tipos tan bajos tienen más elementos negativos que positivos y confiaban en un cambio de la política del Banco Central Europeo (BCE).
Gual espera que la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de mantener los estímulos de política monetaria “sea puntual” y poco a poco vaya retornando a la normalidad monetaria con su retirada progresiva.
El banquero formuló este deseo durante un seminario organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con el patrocinio de BBVA. Gual admitió que el BCE quiere utilizar nuevas medidas para que Europa supere el “bache” económico, pero no ocultó que si se prolonga esta situación “anómala” de tipos bajos tendrá claros “efectos adversos” en la intermediación financiera al meter presión en los márgenes
y dificultar la emisión de deuda anticrisis (la exigida para construir el colchón MREL) en las entidades de menor tamaño.
“Los tipos negativos son una situación anómala que no debiera prolongarse más. Y esperamos que esta situación anómala acabe desapareciendo”, apuntó. Y confesó tener esperanza de que “el entorno macroeconómico puede cambiar al final de año, aunque los mercados no lo ven ahora porque son cortoplacistas”.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, también admitió que le perjudica la situación de los tipos bajo, que se puede prolongar en el tiempo. El banquero abrió la puerta a una revisión de su objetivo de beneficio para 2020 por el retraso en la subida de tipos, pero reiteró su compromiso de repartir 2.500 millones
en dividendos a lo largo de los tres años tal y como contempla su plan estratégico. Su plan contemplaba alcanzar un beneficio de 1.300 millones el próximo año. “Ya veremos si lo hacemos o no. Lo evaluaremos”, señaló.
El primer ejecutivo del banco nacionalizado también reconoció que el retraso en la subida de tipos “no será buena” para los planes de privatización de Bankia. Goirigolzarri aseguró que se siente cómodo en una situación de tipos bajos, pero no cuando son negativos, y ha reconocido que un nuevo retraso en la subida de tipos penalizará el precio de las acciones de los bancos, lo que perjudicará a los planes de privatización de Bankia.
Preguntado en otra ocasión por este tema, comento: “Es cierto que los tipos bajos impulsan el