Xi da un espaldarazo a Kim Jong-un con su primera visita a Corea del Norte
Un interlocutor indispensable
El presidente de China, Xi Jinping, se convirtió ayer en el primer dirigente extranjero en visitar Corea del Norte en 14 años. Es una visita que llega en un momento clave. Apenas una semana antes de que el jefe del Estado chino se vea las caras con
Las conversaciones sobre el programa nuclear norcoreano parecen haber formado parte importante de la conversación entre Xi y su anfitrión. Según informó la televisión china CCTV, durante esa reunión, el presidente chino subrayó que la cuestión debe gestionarse “desde una perspectiva estratégica y a largo plazo”, para mantener la paz y la prosperidad. Xi elogió los esfuerzos de Pyongyang en el proceso de desnuclearización el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante la cumbre del G20 en Osaka (Japón), las conversaciones para el desarme nuclear norcoreano se encuentran estancadas, y Pekín mantiene un duro pulso en la guerra comercial y tecnológica con la primera potencia.
y ofreció la ayuda de su país para garantizar la seguridad interna norcoreana, una de las grandes preocupaciones del régimen en estas conversaciones.
Kim, por su parte, expresó —siempre según CCTV— su disposición a ser paciente y subrayó: “No queremos ver” una escalada de las tensiones en la península. Poco más había trascendido anoche sobre el encuentro. Ninguno de los dos países se caracteriza
por ofrecer información minuciosa y rápida. El periódico China Daily había adelantado un día antes que la visita tendría un importante contenido económico y que Pekín ofrecería ayuda para desarrollar a su empobrecido vecino.
CCTV sí retransmitió imágenes de la calurosa ceremonia de bienvenida. Como en los desfiles con los que Pyongyang celebra sus aniversarios predilectos, miles de personas en traje de gala, y El momento elegido para la visita de Estado es especialmente simbólico, antes de la cumbre del G20 los próximos días 28 y 29. Xi quiere demostrar a EE UU que es un interlocutor indispensable en las conversaciones sobre desarme con Corea del Norte, y Kim, que cuenta con aliados de peso que le apoyan. El mes pasado, el líder norcoreano ya viajó a Vladivostok para reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin.
“Al demostrar sus relaciones especiales con Corea del Norte”, según el académico Tong Zhao, del Centro Carnegie-Tsinghua de Relaciones Internacionales, “Pekín está señalando a Washington que sigue siendo un socio dispuesto, constructivo e indispensable para resolver problemas regionales importantes”. agitando pompones de colores, ovacionaron a las dos parejas presidenciales, Kim y su esposa, Ri Sol-ju, y Xi y Peng Liyuan, en el aeropuerto de la capital norcoreana. No faltaron la revisión a las tropas, ni un saludo con 21 salvas de cañón. Poco más tarde, los dos líderes recorrían en un coche descubierto, y saludando a la multitud que les aclamaba, las calles del centro de la ciudad.
70 años de relaciones
La visita conmemora los 70 años de relaciones entre los dos países y después de que, en el último año y medio, Kim Jong-un se haya desplazado en cuatro ocasiones al país vecino para encontrarse con Xi. “El camarada Xi Jinping está visitando nuestro país frente a tareas graves y cruciales debido a la compleja situación de las relaciones internacionales. Claramente, esto muestra la gran importancia que el Partido Comunista y el Gobierno chino atribuyen a la amistad entre los dos países”, sostenía el periódico oficial norcoreano Rodong Simbun. “La amistad entre Corea del Norte y China es inquebrantable”.
Pekín es el principal aliado internacional de Pyongyang, una relación de amistad que data de la guerra de Corea (1950-1953), en la que China combatió junto al Norte en la lucha contra EE UU. Pero la relación entre las dos capitales había sido fría en los primeros años de mandato de Kim, mientras el líder norcoreano daba un impulso a su programa de armamento no convencional y llevaba a cabo numerosas pruebas de misiles y nucleares. La situación cambió cuando Corea del Norte dio por completado su programa de armamento y comenzó, en enero de 2018, una fase de deshielo que permitió abrir negociaciones con Corea del Sur, primero, y con EE UU, inmediatamente después.
Fruto de esas negociaciones, Kim se reunió con Trump hace un año en Singapur, el primer encuentro de la historia entre líderes de sus dos países. Su segunda cumbre, en Hanói, concluyó en fracaso: Pyongyang ofrecía desmantelar su reactor nuclear de Yongbyon a cambio del levantamiento de sanciones internacionales, y Washington reclamaba el desarme completo y verificable de todo el programa nuclear antes de eliminarlas. Desde entonces, no ha habido progresos.