El Supremo critica el abuso de las escuchas en la justicia argentina
La Corte Suprema argentina quiere acabar con el abuso en la utilización de las escuchas telefónicas y cree que la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), el servicio de espionaje de la República, está detrás de las abundantes filtraciones ilegales a la prensa. En una decisión unánime, los jueces piden al conjunto de los magistrados que no utilicen a la AFI en sus investigaciones y recuerdan que el uso indiscriminado de las escuchas, y su posterior difusión, “afecta la confiabilidad de todo el sistema”.
El alto tribunal tercia de esta manera en la guerra sucia abierta en el sistema judicial argentino tras las denuncias por presunto chantaje contra el fiscal Carlos Stornelli, que dirige la “causa de los cuadernos” por presunta corrupción masiva de Cristina Fernández de Kirchner y otros dirigentes políticos peronistas.
Alejo Ramos Padilla, juez federal de Dolores, abrió en febrero una causa contra el fiscal Carlos Stornelli a raíz de una denuncia del industrial Pedro Etchebest. Según el denunciante, un espía que se hacía pasar por abogado y agente de la DEA (agencia antidrogas de Estados Unidos), Marcelo D’Alessio, le había chantajeado en nombre de Stornelli. D’Alessio exigió 300.000 dólares a Etchebest a cambio de que el fiscal Stornelli no le incluyera en un sumario. Stornelli, que hasta el momento se ha negado a declarar a pesar de varias convocatorias, es una pieza fundamental en la causa más relevante abierta contra la expresidenta.
Apoyo al juez
El Gobierno, a través de sus operadores judiciales, intentó apartar del caso al juez Ramos Padilla, al que tildó de kirchnerista, pero la Corte Suprema respaldó al juez. Entonces empezaron a filtrarse escuchas telefónicas que parecían demostrar que varias personas cercanas a Cristina Fernández de Kirchner, como el exembajador ante el Vaticano Eduardo Valdés, conocían los detalles del caso Etchebest incluso antes de que se formalizara la denuncia y lo utilizaban para desacreditar al fiscal Stornelli con el objetivo de hacer descarrilar la “causa de los cuadernos”. Era la denominada Operación Puf, por una expresión utilizada por Eduardo Valdés durante una conversación telefónica con Pablo Schiavi, antiguo secretario de Transporte, grabada por orden judicial el 18 de enero: “Va a haber novedades, quédate tranquilo. Operativo Puf: Bonadío [juez de la causa de los cuadernos], puf, Stornelli, puf”.