Una prueba de honestidad
Un experimento con 17.000 carteras perdidas desvela que se devuelven más las que llevan más dinero
“Hola, me he encontrado esto [señalando a una cartera] en la calle al doblar la esquina. Alguien debió perderla. Yo tengo prisa y debo irme. ¿Podría usted encargarse, por favor?”, decía un supuesto turista mientras ponía la billetera extraviada sobre un mostrador y se iba. La situación se ha repetido 17.303 veces en 355 ciudades de 40 países. Y el resultado de este enorme experimento de un grupo de economistas especializados en el estudio de la conducta humana, que se gastaron unos 600.000 euros, es que, cuánto más dinero había, más probable era que el empleado contactara con el propietario para devolvérsela.
En todas las carteras había tres tarjetas de visita con el nombre, profesión y correo electrónico del dueño, una llave y una lista de la compra. Algunas tenían una cantidad variable de dinero y otras no.
Los resultados, publicados en la revista Science, desvelan que existe un patrón universal de honestidad: la gente devolvió más las billeteras que llevaban dinero que las que no, en 38 de los 40 países. La media exacta fue del 51% de devoluciones para las primeras frente al 40% de las que iban vacías. El resultado contradice los modelos clásicos económicos que destacan el propio interés sobre el de los demás.
“Pudiera ser que les preocupara la sanción legal si ellos no devolvían la cartera, en particular si llevaban dinero”, reconoce durante una teleconferencia Christian Zünd, principal autor del estudio e investigador de la Universidad de Zúrich (Suiza). “Y lo tuvimos en cuenta. En el experimento también registramos el número de personas que pudieron presenciar la entrega, si había cámaras de seguridad y cosas así”. También si había un ordenador que facilitara el contacto por correo con el dueño, si el receptor tenía compañeros o la presencia de personal de seguridad. Aun controlando todo eso, las carteras con dinero seguían teniendo más probabilidad de ser devueltas.
Para descartar definitivamente que el contenido de una reducida Contenido de una de las carteras perdidas. cantidad fuera la causa de tanto altruismo, los investigadores repitieron el experimento perdiendo otras 3.000 carteras en tres países, pero esta vez un tercio de ellas iba con mucho más dinero, entre 30 y 90 euros. El resultado sorprende aún más: se devolvieron el 46% de las carteras que no llevaban dinero, el 61% de las que contenían la cantidad pequeña y el 72% de las que tenían más billetes. A más dinero, más honestidad.
Para Zünd, los resultados “sugieren que se trata de una combinación de altruismo y lo que nosotras llamamos aversión al robo, es decir, aversión a sentirse como un ladrón”.
Para confirmar la relevancia de la propia imagen realizaron una encuesta entre polacos, británicos y estadounidenses y comprobaron que, a medida que había más dinero, el sentimiento de culpa, de haber robado, era mayor. “El peso de lo psicológico, una aversión a verse uno mismo como un ladrón, puede ser más fuerte que el de las ganancias”, dice el profesor de Economía de la Universidad de Zúrich y coautor del estudio, André Maréchal.
Pero aunque el juego entre altruismo y aversión al robo sea universal, en unos países pesa más que en otros, según el desarrollo económico, social o político. Así, en Suiza, Noruega, Dinamarca o Suecia, por ejemplo, devolvieron entre el 75% y el 85%. Mientras que en China, Kazajistán o Marruecos, la media de devoluciones estuvo entre el 8% y el 20%. Españoles, chilenos y argentinos igualaron la media (entre el 40% y el 50% de las carteras sin dinero y entre el 50% y el 60% cuando tenían billetes). Solo dos países no siguen este patrón universal. Tanto en México como en Perú, con bajos porcentajes de devoluciones, hubo unas cuantas más billeteras vacías que llenas. Los autores también perdieron una cartera en el Vaticano, pero esta vez no la recuperaron.