La anomalía de Córdoba, un bastión casi oficialista
La provincia argentina de Córdoba, el segundo distrito electoral del país, fue clave para la victoria de Mauricio Macri en las elecciones presidenciales de 2015. Siete de cada diez votantes cordobeses apostaron entonces por Macri, una cifra récord. Cuatro años después, Córdoba es junto a la capital argentina el único distrito que no ha dado la espalda al presidente aunque a efectos prácticos le haya servido de poco.
El 48,1% de los cordobeses volvió a elegir a Macri el domingo, frente al 30,4% del Frente de Todos de Alberto Fernández. Sin embargo, el presidente argentino no puede exhibir que la provincia sea un bastión oficialista. Al frente del Gobierno provincial está, desde 2015, el peronista Juan Schiaretti, reelegido el pasado mayo por una abrumadora mayoría: obtuvo el 54% de los votos.
Durante su primer mandato, Schiaretti se convirtió en uno de los gobernadores más