Distintas posturas entre los partidos
España es uno de los países más restrictivos con los vientres de alquiler junto con Alemania, Francia, Austria o Italia, entre otros. Es una práctica que no genera consensos entre la clase política española. El único que se ha mostrado manifiestamente a favor de que se permita es Ciudadanos. Y el que se muestra más abiertamente en contra es el PSOE. Estos son sus principales pronunciamientos al respecto:
A favor. Presentaron en 2017 una propuesta de ley para legalizar los vientres de alquiler como práctica “altruista”. El pasado julio, coincidiendo con la semana de celebración del Orgullo Gay, recuperó la iniciativa y la volvió a registrar en el congreso. La principal novedad fue que abrió la puerta a que la gestante pueda ser una familiar: que la madre, la hermana o la prima se quede embarazada y geste para sus parientes, salvo que un informe psicológico lo desaconseje expresamente.
En contra. Fijaron postura en 2017 tras un pulso entre feministas contra sectores de Juventudes Socialistas y LGTBIQ. Fuentes del PSOE señalan que este último movimiento, la petición del Gobierno para que la Fiscalía investigue, se ha debido precisamente a la “fuerte presión” de las feministas de dentro del partido, que ayer aplaudían esta actuación. El Consejo Asesor de Políticas de Igualdad del PSOE encargó un informe, presentado el pasado noviembre, en el que se proponía precisamente penalizar a las agencias intermediarias.
En contra. Aplicarlo “introduciría un elemento más de opresión sobre las mujeres”, dijeron ya en febrero de 2018, tras meses de debate interno.
En contra. Rechazan “la mercantilización de la maternidad”, dijeron cuando Ciudadanos lanzó su primera propuesta en 2017.