Decepción por las promesas incumplidas
Parte de su electorado reprocha al mandatario argentino la gran subida de precios y el aumento de la pobreza
Argentina está tan polarizada entre peronistas y macristas que ni unos ni otros se imaginaban que Alberto Fernández se impondría por 15 puntos a Mauricio Macri en las primarias celebradas el domingo. Detrás de ese vuelco electoral hay muchos votantes desencantados con el presidente, al que responsabilizan del deterioro económico del país. Gennaro, quien regenta desde hace 30 años un quiosco en el centro de Buenos Aires, es uno de ellos. “Yo lo voté porque pensé que iba a sacar la droga de la calle, dar un poco de seguridad, cambiar cosas que había que estaban mal. Pero desde que asumió [el cargo], nos cagó la vida. Nos decepcionó, lo hundió todo”, asegura Gennaro, quien prefiere no dar su apellido y no ve la hora de que Macri deje la presidencia.
“Preguntá en cualquier negocio de acá, están esperando a octubre. Si sigue este tipo tienen que cerrar. Los únicos que ganan guita son ellos. Dicen que Cristina [Fernández de Kirchner] es una chorra [ladrona]. Yo lo acepto, pero ¿y ellos? No roban, recontra roban con la timba financiera. Ellos mismos levantan el dólar y ellos mismos lo compran”, continúa Gennaro, quien el domingo votó al peronista Frente de Todos encabezado por Alberto Fernández y con Fernández de Kirchner como candidata a la vicepresidencia del país.
Servicios públicos
En una cervecería y una tienda de ropa cercanas, confirman que están con la soga al cuello y evalúan la posibilidad de cerrar.
Mauricio Macri llegó al poder en diciembre de 2015 con la promesa de controlar la inflación y erradicar la pobreza. No pudo cumplir ninguna de las dos. Los precios aumentaron un 26,9% el año en el que asumió el puesto, se dispararon un 40% en 2016, un 24,8% en 2017, un 47,6% en 2018 y en los primeros seis meses de este año ya acumulan un alza del 22%. La pobreza, que rozaba el 30% al final del kirchnerismo, está ahora en el 32%.
“Lo voté porque entendía que este país necesitaba un cambio y pensé que él podía ser la solución a una estabilidad económica, a una industrialización más abierta al mercado internacional y una implementación de un mercado industrial interno. En la campaña vendió eso y muchos lo compramos, pero en vez de estabilidad hemos retrocedido”, asegura Bartolo Santana, que es recepcionista.
Entre las críticas que lanza este hombre se encuentra el aumento de más del 400% en el precio de los servicios públicos que estuvieron hipersubvencionados durante el kirchnerismo. “Nos tocó el bolsillo a todos. Entendemos que el gas, la luz, el agua y el transporte no podían valer lo que valían, pero tampoco hubo un equilibrio. Hoy el dinero no nos rinde. Antes vivía solo y ahora comparto el departamento y los gastos. Tengo que usar la bicicleta para volver a casa porque si no se complica, suerte que aún son gratis. Y hubo que eliminar otras cosas, como comer menos carne”, continúa.
“Nos tocó el bolsillo a todos”, se queja un recepcionista
“No han ganado; las elecciones son en octubre”, opina una macrista