António Zambujo, un fabricante de canciones como si fueran películas
El cine inspira ‘Do Avesso’, el octavo álbum del cantante portugués
António Zambujo hubiera podido grabar su último disco, Do Avesso (2018), en un estudio de Hollywood. No es un secreto que el cantante portugués siempre ha entendido la música como un medio para “contar historias, hacer que la gente sueñe con algo y tenga ilusiones”. Igual que el cine. Pero a diferencia de sus siete álbumes previos, en este octavo se propuso fabricar las canciones como si fueran películas. “Hemos pensado y hablado mucho de cine. Escuchábamos la música y la imaginábamos en diferentes directores, como Tarantino, Kubrick o Almodóvar”, explicaba recientemente en Madrid.
Lo anterior no quiere decir que Do Avesso sea la banda sonora de una cinta imaginaria, sino que cada tema fue ideado por Zambujo como una historia cinematográfica en sí misma. “No cabrían todas las canciones en la misma película, porque tienen universos diferentes”, agrega. También hubo casos en que ciertas piezas fueron tomadas directamente de la banda sonora de algunas películas y versionadas para el disco, como ocurre con Amapola, del compositor español José María Lacalle, utilizada por Ennio Morricone para su partitura de Èrase una vez en América (1985), de Sergio Leone.
El cine, sin embargo, no sería el mismo solamente con música y sin efectos de sonido, para los que se llegan a utilizar los objetos más insospechados en busca de recrear sonidos como el galope de un caballo o el estruendo de una tormenta eléctrica. En lo que corresponde a Do Avesso, no hay puertas rechinando o explosiones entre sus notas, pero Zambujo sí se ha tomado la libertad de experimentar “con el silencio y el caos”. “Hemos añadido más guitarras eléctricas, efectos sonoros