Maternidad grotesca
La miniserie The Act (Starzplay) se inscribe en el subgénero de la crónica negra basada en un suceso real, en este caso el de Dee Dee Blanchard y su hija Gypsy Rose. Aquella sórdida historia inspiró el documental Mommy Dead and Dearest, todo un clásico del fondo de armario de HBO.
Patricia Arquette y Joey King, en la piel de madre e hija, respectivamente, protagonizan una ficción que recrea uno de los casos más extremos que se conocen del llamado síndrome de Münchhausen por poder o por proximidad, el mismo que hace apenas un año se retrataba en la estupenda Heridas abiertas a partir de una novela de Gillian Flynn. Dee Dee Blanchard murió asesinada en junio de 2015 a manos de otro enfermo mental, un enamorado de su hija que fue reclutado vía Facebook por la pequeña y no tan inocente Gypsy Rose para salvarla de una madre que desde que ella era prácticamente un bebé la había sometido a todo tipo de tratamientos médicos para curar enfermedades que no existían. A través de una falsa leucemia, una inexistente distrofia muscular y otras muchas dolencias inducidas, madre e hija establecieron una relación de dependencia que acabó a navajazos. Gypsy Rose y su sicario siguen en la cárcel, ella con una condena de diez años por asesinato en segundo grado.
La nueva televisión reclama más dramas femeninos, y romper el tabú sobre los aspectos más oscuros de la maternidad quizá explique que esta rara enfermedad esté detrás de las candidaturas a los próximos premios Emmy de las cuatro actrices principales de las dos miniseries. Arquette, Joey King, Patricia Clarkson y Amy Adams unidas por estos desoladores relatos sobre la maternidad como una grotesca patología.