El escabroso e idílico lugar donde Hitler ideaba crímenes
El centro de documentación situado cerca de la casa vacacional del dictador aborda el pasado nazi de la paradisiaca región
La idílica imagen que proyecta la región bávara de Berchtesgaden, famosa por su paisaje alpino, contrasta con su pasado nazi. Un tiempo que no siempre conocen los turistas que viajan allí para pasear por sus montañas. Obersalzberg fue el lugar elegido por Adolf Hitler para pasar sus vacaciones. Y también donde tomó algunas de sus decisiones más terribles durante la II Guerra Mundial.
La zona lleva tiempo inmersa en la tarea de acercar su historia a los cientos de miles de visitantes que acuden atraídos por la naturaleza, pero sin convertirla en un sitio de peregrinaje de la extrema derecha. Este contraste entre el hermoso lugar y el nazismo es el hilo conductor de la exposición del Centro de Documentación de Obersalzberg, reabierto a finales de 2023 tras una renovación.
Bajo el título de Idilio y crimen, las imágenes de Hitler disfrutando de su círculo íntimo y de la naturaleza se ponen en contexto con los terribles actos que se desencadenaron desde allí. Desde la invasión de Polonia, en 1939, hasta la deportación de los judíos de Hungría o el programa para eliminar a enfermos mentales y personas con discapacidad.
“Antes no había un trabajo de memoria serio en Obersalzberg”, cuenta Albert Feiber, subdirector del centro de documentación, sobre la decisión de Baviera de montar una exposición para mostrar lo que allí sucedió. Durante años la región se mostró preocupada por cómo gestionar su pasado. “Apenas hay un lugar en Alemania que haya estado, y siga estando, tan estrechamente asociado a Hitler como este”. La zona es un imán turístico para los amantes de la naturaleza, pero dejar de lado los capítulos más oscuros de su historia no hace que estos desaparezcan. Feiber recuerda que en 1999, la inauguración del primer centro de documentación provocó el rechazo de la población local, que preguntaba qué tenía que ver Obersalzberg con Auschwitz o con los crímenes nazis. “Hoy eso ha cambiado. Ahora Berchtesgaden se enfrenta a su historia”, asegura el historiador. “El mensaje en torno al que gira la exposición es el contraste entre lo idílico y el crimen. Por un lado tenemos a Hitler mirando desde su casa en la montaña, la naturaleza. Por otro, la invasión de Polonia se preparó aquí. Mostramos la imagen idílica de Obersalzberg y al lado la foto del crimen relacionado con aquel momento”, indica el historiador.
El centro se encuentra muy cerca de donde se ubicaba la Berghof, la casa donde el dictador se reunía con su círculo más íntimo y a donde se retiraba cuando tenía que tomar decisiones importantes. De ese tiempo hay imágenes, como una en la que se ve a Hitler caminando con Heinrich Himmler (líder de las SS) por la montaña. “No sabemos lo que hablaron, pero fue precisamente en aquel momento cuando se anunció la invasión de Hungría y la deportación de los judíos húngaros”. Esa imagen de Hitler con Himmler se contrapone en la exposición con imágenes de Varsovia destruida o de Auschwitz.
Hitler se rodeaba de un círculo formado por unas 20 personas, entre las que estaban Eva Braun, Joseph Goebbels, Martin Bormann, Albert Speer, Hermann Göring... Algunos de ellos tenían su casa de vacaciones también allí. Formar parte de ese círculo era un privilegio. “El grupo de Berghof era una especie de corte de Hitler, como si fuera un emperador”, explica Feiber.
La residencia de verano se convirtió en su segunda sede de Gobierno, donde pasó una cuarta parte de su tiempo en el poder (1933-1945). También con barracones de las SS y edificios administrativos. Políticos, jefes de Estado y líderes militares de todo el mundo acudieron a aquel lugar. Hitler negoció con el primer ministro británico Neville Chamberlain en 1938 y cenó con el italiano Benito Mussolini en varias ocasiones. También recibió en noviembre de 1940 al entonces ministro de exteriores español, Ramón Serrano Suñer. El paisaje de postal proporcionaba a Hitler el telón de fondo perfecto para presentarse como un líder cercano a la naturaleza y al pueblo. Fotos suyas mirando pensativo, acariciando a niños rubios o sentado en la terraza con su círculo íntimo dieron la vuelta al mundo.
Los bombardeos sobre Alemania llevaron al Führer a construir un sistema de búnkeres de cerca de seis kilómetros entre 1943 y 1945, debajo de prácticamente
Se destruyó lo que quedaba de la residencia para evitar peregrinajes
“Berchtesgaden se enfrenta a su historia”, explica el subdirector
todos los edificios de Obersalzberg. De esa red ahora solo se puede visitar el 10%.
Gran parte de Obersalzberg fue destruida el 25 de abril de 1945, durante un bombardeo británico. Posteriormente, Berghof fue incendiado por las tropas nazis para no dejar ningún trofeo a los vencedores. El ejército estadounidense se instaló en Berchtesgaden tras el final de la guerra, y permaneció allí hasta 1995. Para evitar el peregrinaje de curiosos que en la década de los cincuenta se acercaban a la zona, decidieron destruir lo que quedaba en 1952.