Dudas sobre las causas del fallecimiento
La reacción de los líderes internacionales a la muerte de Mohamed Morsi arroja dudas sobre las causas de su muerte. Los más beligerantes fueron los Hermanos Musulmanes que aseguraron que la muerte de Morsi fue “un asesinato en toda regla” y llamaron a los ciudadanos a manifestarse en el funeral y ante las embajadas de todo el mundo. También Amnistía Internacional exigía una investigación de las circunstancias de su muerte, “incluida su reclusión solitaria y su aislamiento del mundo exterior. Por su parte, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan acusó a los “tiranos” egipcios de la muerte y, junto a las autoridades de Qatar, expresaron su pesar por el fallecimiento del depuesto mandatario egipcio, a quien calificaron de “mártir”. se vio diluido por la alta abstención en los comicios que le revalidaron en el cargo en 2018. Mientras tanto, la persecución a la Hermandad Musulmana, que ha quedado prácticamente desarticulada, se extendió a los movimientos laicos que aplaudieron la asonada militar contra Morsi.
Los analistas políticos coinciden en que la represión de la disidencia política en Egipto ha superado en los últimos años las cotas de represión registradas al final de la presidencia de Mubarak. Las reformas legales en marcha han abierto recientemente la puerta a que Al Sisi pueda perpetuarse en el poder sin una estricta limitación de mandatos.
Penas de 45 años
Morsi estaba siendo juzgado ahora por la acusación de espionaje a favor del movimiento de resistencia islámica palestino Hamás, que gobierna de facto en la franja de Gaza desde 2007. Hamás se declaró hace 30 años como la rama palestina de los Hermanos Musulmanes, aunque en sus últimos estatutos aprobados en 2016 se alejó de dicha bandera política islamista. Bajo el mandato presidencial de Morsi, el aislamiento del enclave costero palestino impuesto por Israel se vio aliviado por los túneles bajo la frontera y el contrabando tolerado por El Cairo.
El fallecido presidente islamista ya había sido juzgado de cargos de terrorismo y por sus supuestas vinculaciones con Irán y Qatar. Sus condenas sumaban ya más de 45 años de cárcel.
Procedía de una familia de agricultores de El Aduah, en el delta del Nilo. Estaba casado y tenía cinco hijos. Tras formarse en la Universidad de El Cairo, se doctoró en Ingeniería en EE UU. Emergió como figura política en las elecciones presidenciales de 2012, que ganó con un ajustado margen. Con tan relativo apoyo ciudadano, los Hermanos Musulmanes pretendieron imponer a la sociedad egipcia un modelo político de corte confesional que pronto se vio rechazado por las mismas fuerzas que meses antes habían ocupado la plaza de Tahrir, y por la cúpula militar. Tras el colapso de los Hermanos Musulmanes, la fuerza política más poderosa y con mayor penetración social en Egipto hasta 2013, los generales han vuelto a hacerse con las riendas hegemónicas del país.