La Fiscalía apunta a la ultraderecha en el asesinato de un político de la CDU
Las peores sospechas las confirmó ayer la Fiscalía General alemana. Los investigadores apuntan a un crimen ultraderechista en el asesinato este mes de Walter Lübcke, un político de la CDU (el partido de Angela Merkel) de 65 años. “Asumimos que hay antecedentes extremistas en este crimen. Esto se basa en el pasado del acusado y las opiniones y visiones que pronunció en público”, declaró el portavoz de la Fiscalía, Markus Schmitt, sobre el detenido por el suceso.
Lübcke fue hallado el 2 de junio tendido y ensangrentado en la terraza de su casa en WolfhagenIstha (oeste de Alemania) con un disparo en la cabeza. Tras dos semanas de especulaciones, la Fiscalía General alemana se ha hecho cargo del caso y apunta en una dirección que ha conmocionado a un país incapaz de poner coto a la violencia de la ultraderecha.
La madrugada del sábado, Stefan E., de 45 años, fue detenido por fuerzas especiales en el marco de la investigación del asesinato de Lübcke, un político del Estado de Hesse que en el pasado había recibido amenazas por defender la decisión de Merkel de abrir la puerta a más de un millón de refugiados en 2015. Aquel año, el que fuera jefe del Gobierno en Kassel, pronunció un discurso en el que defendió “valores cristianos” como “amar al prójimo” e invitó a quien no comulgara con las reglas del país a marcharse, lo que dio pie a amenazas públicas contra él en las redes sociales. Entre las competencias de Lübcke
figuraba la acogida de demandantes de asilo en su distrito.
El ADN del sospechoso, detenido a una veintena de kilómetros de Wolfhagen-Istha, donde vivía Lübcke, coincide con los restos hallados en la ropa del político asesinado. Los datos sobre su pasado que han ido saliendo en los medios alemanes dejan escaso lugar a dudas sobre el perfil ideológico del sospechoso. Originario de Baviera, el detenido frecuentó, al menos en el pasado, círculos de ultraderecha. En 1993 ya había sido detenido por el ataque con un explosivo casero a un centro de refugiados, según Die Zeit.
Se le relaciona también con una agresión en 2009, cuando una turba de cientos de neonazis atacó un acto sindical en Dortmund, según publicó Der Spiegel, que relaciona al detenido con la organización neonazi Combat 18 y Blood & Honor, así como con el partido extremista NPD. El arrestado habría participado en marchas neonazis en los Estados de Hesse y de Renania del Norte Westfalia.