Bruselas da seis meses a los Veintiocho para mejorar sus planes climáticos
La Comisión Europea pide más esfuerzos en energías renovables para cumplir con el Acuerdo de París y aplaude la ambición del programa presentado por España en febrero
No son suficientes. Pero aún hay tiempo para mejorarlos. Es la principal conclusión del análisis de la Comisión Europea de los planes de energía y clima que han tenido que presentar los Gobiernos de los 28 países miembros. Bruselas pidió ayer a los Estados que aumenten sus esfuerzos y sean más “ambiciosos”. En especial, en la implantación de energías renovables, en eficiencia energética y en la lucha, en general, contra los gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático según el consenso científico. Los países tienen hasta final de año para presentar los documentos definitivos y atender a las recomendaciones que les ha realizado la Comisión para que la UE cumpla sus compromisos internacionales: reducir al menos un 40% sus emisiones en 2030 respecto a los niveles de 1990.
El plan presentado por España (que abarca hasta 2030 como el resto de programas) destaca en la evaluación presentada ayer por la Comisión y en varias ocasiones se pone como ejemplo de buenas prácticas y objetivos ambiciosos. De hecho, fuentes comunitarias señalaron que los cinco planes más ambiciosos son los de Estonia, Dinamarca, Lituania, Portugal y España. En cambio, varios Estados del este de Europa siguen muy rezagados. En sus recomendaciones, la Comisión pide a países como la República Checa, Eslovaquia o Polonia que aumenten sus esfuerzos. Aunque no solo esos Estados se llevan una reprimenda: también insta a socios como Bélgica o el Reino Unido a elevar sus pretensiones.
Como recordó Bruselas en su En %
Suecia Dinamarca Finlandia Austria Portugal Letonia Lituania Estonia España Croacia Francia Grecia Holanda Alemania Italia Rumania Eslovenia Bulgaria Luxemburgo Irlanda Polonia República Checa Hungría Chipre Bélgica Eslovaquia Malta Reino Unido evaluación, los planes son cruciales para combatir el calentamiento. La próxima década será clave en la lucha internacional contra este problema porque será cuando se aplique el Acuerdo de París, que obliga a todos sus firmantes a presentar objetivos de recorte de emisiones. El planeta, advierten los científicos, se está quedando sin tiempo para poder dejar el calentamiento 54,5 dentro de unos límites manejables. Se trata de contener el aumento de temperatura en un máximo de dos grados centígrados a final de siglo con respecto a los niveles preindustriales. “No podemos ver [esta lucha] como un coste, sino como una inversión para que la economía europea alcance la neutralidad climática en 2050”, sostuvo el vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic, responsable de Energía.
Para aplicar el Acuerdo de París la UE ha ido construyendo un marco legal que incluye los planes que ahora ha evaluado. Por primera vez, recordó Sefcovic, cada miembro de la UE ha tenido que presentar el suyo y fijarse objetivos para la próxima década de reducción de emisiones, de implantación de renovables, de eficiencia... El sector energético acumula alrededor del 80% de todos los gases de efecto invernadero de la UE, de ahí la importancia de los planes. La suma de todos esos programas nacionales debe ser suficiente para que el conjunto de Europa al menos alcance el recorte comprometido del 40%.
Pero lo presentado hasta ahora por los Estados no es suficiente, según la Comisión. El Ejecutivo comunitario ha formulado a cada uno de los países una batería de recomendaciones, en las que pide más concreción o metas más ambiciosas. Los países tienen ahora hasta diciembre para realizar los cambios pertinentes. “Los planes finales deben reflejar un nivel de ambición aún mayor para que la UE encauce adecuadamente la lucha contra el cambio climático y la modernización de nuestra economía”, advirtió el comisario de Acción por el Clima y Energía, Miguel Ángel Arias Cañete.
Por ejemplo, en renovables la meta para el conjunto de la UE para 2030 es llegar, al menos, al 32% de cuota sobre el consumo final de energía. Pero la suma de todos los planes se queda entre el 30,4% y el 31,9%. Por ello, Bruselas ha hecho un llamamiento a varios Estados a incrementar sus objetivos de renovables para romper esa brecha. En el informe se
recuerda que la implantación de energías limpias es positiva no solo para la lucha contra el calentamiento y la contaminación, también para reducir la dependencia energética de la UE. Arias Cañete se mostró convencido de que con las recomendaciones se podrá alcanzar la meta de renovables.
Más preocupado se mostró con el objetivo de eficiencia —que la economía rinda igual con menos consumo de energía—, que está fijada en al menos un 32% para 2030. Ahí los planes se quedan en su conjunto en el mejor de los casos a al menos dos puntos de ese objetivo y, en el peor, a seis. “Hay margen para la mejora”, recordó el comisario. Según Bruselas, solo tres países cumplen de forma “suficiente” con todos los objetivos fijados en eficiencia: España, Italia y Luxemburgo.
Evaluación positiva
España está en el grupo de los más cumplidores, por lo completo de su programa y por la ambición de las metas planteadas. Quizás el ejemplo más esclarecedor sea el de la cuota de renovables. A España, según el reparto teórico de Bruselas, le correspondería llegar en 2030 a un 32% de renovables; pero el compromiso del Gobierno actual es de un 40%. Bruselas destaca también a Dinamarca, Estonia, Lituania y Portugal.
España fue el último de los socios europeos en presentar el plan de energía y clima, pero un análisis de la organización European Climate Foundation lo calificaba como el mejor. Aquel informe también advertía de que los Veintiocho se quedaban cortos, como ahora ratifica la Comisión.
El análisis entra en detalles concretos, como el fin del uso del carbón para generar electricidad. La Comisión resalta que ocho países han presentado calendarios para cerrar sus plantas: “Francia tiene intención de hacerlo en 2022. Italia e Irlanda en 2025. Dinamarca, España, Holanda, Portugal y Finlandia en 2030”. También se menciona que Alemania ha comunicado su intención de ponerle fecha al fin del carbón. Pero su Ejecutivo lo retrasa hasta 2038.