Delitos contra la intimidad y la imagen
Tras detener al periodista José Martín y a uno de los programadores informáticos, el Juzgado número 8 de Madrid acaba de inhibirse a favor de la Audiencia Nacional al entender que hay conexión del delito de amenazas con otros delitos contra la intimidad y la propia imagen cometidos en territorio internacional. Anteriormente, la Audiencia Nacional se había inhibido a favor de los juzgados de plaza de Castilla. —Martínez: “¿Por?”. —Mollá: “Porque llegados a hacer ese trato hay uno mejor todavía”.
—Martínez: “¿Con medios?”. —Mollá: “No, no, con vosotros”.
—Martín Santos: “Eso empieza a destriparlo una cadena americana y empiezan a hacer programas especiales, a meter publicidad y no sacan tres, sacan 300”.
El letrado, cuyas notas fueron fotografiadas durante una de sus visitas a Assange, pregunta por una de las carpetas que le enseñan los vendedores bajo el rótulo “Comunicaciones Baltasar Garzón”. Y Martín Santos responde que hay escritos de la Embajada a él (a Garzón) y referencias donde aparece, así como comunicaciones y cartas.
El editor de WikiLeaks y el abogado intentaron arrancar a sus interlocutores si las cámaras instaladas en la Embajada grababan audios.
—Martín Santos: “Ahora sí”. —Martínez: “¿Graban audio?”. —Martín Santos: “En este momento sí”.
—Daniel Sánchez (informático): “Hace relativamente poco”.
—Martínez: “Si estás en una habitación y una de las cámaras está enfocando”.
—Sánchez: “Ahora está grabando..., pero anteriormente no”.
—Martínez: “¿Hay micrófonos también?”.
—Mollá: “Sí, sí, sí, sí que hay micrófonos”.
—Martín Santos: “En algunos, se hizo la grabación con micrófonos”.
Los representantes de Assange cuestionaron que los presuntos extorsionadores hubieran tenido acceso al material sin la colaboración de alguien de la Embajada, pero no lograron descifrar el misterio. Martín insistió en presentarse como “periodista” y negó que fueran espías. “¿Pero quién cojones fotografía mis documentos legales?”, espeta el abogado. “Pues sin duda alguien que está dentro de la Embajada... no me llega de ese alguien, ese alguien se lo da a otra persona que me lo hace llegar a mí”, explicó el periodista. Y el informático Mollá añadió otro dato. Afirmó que los dos funcionarios que estaban el día en que se fotografió la carpeta del letrado “hacen fotografías de todo, lo escanean y se lo pasan al embajador…. Para que este revise toda la documentación… ese es su modus operandi”.