Salvamento Marítimo busca a 22 personas que navegaban en una patera a España
Los supervivientes cuentan que murieron en el trayecto y fueron arrojados al mar
Veintidós personas que viajaban en una patera rumbo a España murieron en el trayecto y fueron arrojadas al mar, según relataron ayer los supervivientes, rescatados en el mar de Alborán por un ferri que cubría la ruta entre Melilla y Motril. Un helicóptero de Salvamento Marítimo trasladó a Almería, para ser atendidos por los servicios sanitarios, a tres hombres con síntomas de hipotermia y a dos mujeres y una niña.
En la patera, cuando fue interceptada, viajaban 27 migrantes, pero Salvamento Marítimo había recibido la víspera el aviso de una ONG que alertaba de que una patera se hallaba a la deriva con 49 personas. Los supervivientes contaron a la Guardia Civil que de la embarcación, que había partido de Alhucemas, en Marruecos, fueron arrojados los cadáveres de aquellos migrantes que fallecieron durante el viaje. Anoche no se había avistado ningún cuerpo en la zona próxima al rescate, según fuentes de los servicios de emergencias.
El ferri Vronskiy encontró la patera ayer a las 13.40, a 11 millas naúticas al norte del cabo de Tres Forcas, en una zona de responsabilidad marroquí. Las labores de búsqueda se habían iniciado el martes por la tarde, a cargo de un avión de Frontex y otro del Ejército del Aire. La activista Helena Maleno, que suele recibir las llamadas de auxilio de los migrantes que se lanzan al Mediterráneo, ha denunciado que estas muertes son el resultado de las políticas migratorias adoptadas por el Gobierno socialista. “No ha habido la colaboración suficiente entre España y Marruecos para evitar que esto sucediera”, sostiene Maleno. “Si las personas en apuros fuesen europeas no habrían muerto”.
Hasta el año pasado, España asumía el auxilio de migrantes en apuros incluso cuando se encontraban en zona de búsqueda y rescate marroquí. En 2018, un tercio de las casi 50.000 personas rescatadas por Salvamento fueron localizadas en aguas de responsabilidad de Marruecos. A pesar de la aparente predisposición de las autoridades marroquíes, los medios de la Marina Real y de la Gendarmería son limitados y poco adecuados para el rescate.
La implicación del país vecino era limitada y las comunicaciones no eran fluidas: Marruecos, en muchas ocasiones, ni siquiera respondía a las llamadas de las torres de control españolas. Ante la situación precaria de los migrantes, Salvamento Marítimo acudía a su rescate en cumplimiento de la legislación internacional.
173 personas han muerto o desaparecido este año tratando de llegar a las costas españolas, según la Organización Internacional para las Migraciones. Las llegadas en patera entre el 1 de enero y el 16 de junio de 2019 han descendido un 17,8% respecto al mismo periodo del año pasado. Aunque el verano será clave para consolidar la tendencia, España ha dejado de ser, de momento, la principal puerta para la inmigración irregular en Europa a través del Mediterráneo.