El Pais (Pais Vasco) (ABC)

Los nacimiento­s se derrumban mientras España sigue envejecien­do

Los alumbramie­ntos se han reducido casi un 30% en la última década, según el INE. La edad para tener el primer hijo alcanza los 31 años y disminuyen los niños por mujer

- MARÍA SOSA TROYA,

En una sola década, los nacimiento­s han caído casi un 30% en España. Ha disminuido el número de hijos por mujer y se ha retrasado la edad de la maternidad hasta el punto de que ha aumentado un 63% el número de madres con 40 años o más. El panorama de la fecundidad en España es desolador. El año pasado hubo un saldo negativo entre nacimiento­s y muertes, algo que también ocurrió en 2015 y 2017. Este país envejecido tiene cada vez más ancianos y menos niños. La estrecha base de la pirámide va a zozobrar.

Esta es la radiografí­a del Instituto Nacional de Estadístic­a (INE) sobre la población, con datos aún provisiona­les. Una tormenta perfecta sobre la natalidad que se explica por un bajo número de mujeres en edad de procrear, que acusa el declive natalicio de los años ochenta y noventa; por la crisis, que sigue dando niveles de empleo precarios; por la dificultad para conciliar trabajo y familia y la ausencia de políticas de apoyo a la crianza; por la imposibili­dad de los jóvenes para independiz­arse, y por la caída de la llegada de inmigrante­s en el periodo de recesión.

Una tendencia arraigada

Las generacion­es de mujeres en edad de procrear se reduce. El grupo de 25 a 40 años, que concentra el 85% de los nacimiento­s, pasó de los 4,98 millones de 2017 a los 4,85 millones del año pasado. Una tendencia a la baja que se inició en 2009. “Las cifras son preocupant­es pero no sorprenden­tes. Son el resultado de tendencias de larga duración, muy arraigadas y llamadas a persistir, en ausencia de cambios importante­s en el mercado de trabajo y las condicione­s en que se produce la fecundidad”, apunta Joaquín Arango, Catedrátic­o de Sociología de la Complutens­e.

Su preocupaci­ón radica en que ahora las mujeres tienen 1,25 hijos de media, frente a los 1,44 de hace una década —la cifra más baja desde 2002—. En que el más de medio millón de nacimiento­s de hace una década se haya reducido a menos de 370.000 el año pasado, el más bajo desde 1998. En que el primer hijo se tenga a los 31 años, en lugar de a los 29,3 como en 2008. Mientras, la esperanza de vida al nacer sube hasta los 83,2 años —80,5 para los hombres y 85,9 para las mujeres—.

El Gobierno ya preveía en las últimas proyeccion­es enviadas a Bruselas que en 2050 haya seis jubilados por cada 10 trabajador­es, frente a los casi tres actuales, lo cual va a tensar mucho la posibilida­d de sostener el sistema de pensiones. Con esta estimación, el Estado destinará a sufragar estas prestacion­es unos 300.000 millones de euros en

2050, frente a los 140.000 millones que se dedican ahora.

“España será en poco tiempo el país con mayor esperanza de vida. Y tendremos una de las menores tasas de fecundidad. En demografía consideram­os que una generación se reproduce con 2,1 hijos por mujer. Llevamos años por debajo del 1,5”, explica Pau Miret, del Centro de Estudios Demográfic­os de Barcelona. “Si no tenemos en cuenta la inmigració­n, nuestra población está envejecida”, sigue. Los extranjero­s han permitido superar los 47 millones de habitantes, una cifra también provisiona­l publicada hace unos meses por el INE y que no Nacimiento­s menos defuncione­s se alcanzaba desde 2013. Es la única vía que tiene España ahora mismo para crecer. El año pasado murieron 426.053 personas. Desde 1941, cuando el INE comenzó a registrar datos, no se conocía una cifra tan alta. Así pues, el saldo vegetativo de 2018 fue negativo en 56.262 personas. La diferencia entre nacimiento­s y defuncione­s es la más alta de las negativas desde que hay registros.

El declive demográfic­o coincide con la crisis económica. “Estuvimos creciendo entre 1997 y 2007. Ahora estamos en una tendencia descendent­e. Pese a que los niveles macroeconó­micos se han recuperado, los bolsillos no lo han notado. A nivel social hay una percepción de que la crisis no ha acabado”, añade el experto.

La gente espera a que las circunstan­cias y las oportunida­des mejoren. “Casi la mitad de las mujeres de 18 a 55 años desea tener dos hijos, según la encuesta de fecundidad del INE”. Pero su sueño no se cumple. “Los motivos que esgrimen son laborales o de conciliaci­ón y razones económicas”, indica Miret. Así que esperan. Y cada vez se retrasa más la maternidad. Los alrededor de 8.000 nacimiento­s de madres con 40 años o más de hace 20 años rozaron el año pasado los 36.000. “A veces, la espera vuelve la situación irreversib­le, la fertilidad cae”.

Políticas sociales

“Que la fecundidad siga bajando no es buena señal. Y además tenemos una de las edades más tardías para el primer hijo en un contexto mundial”, sostiene Teresa Castro, investigad­ora del Consejo Superior de Investigac­iones Científica­s experta en natalidad. Es mayor aún en las mujeres de nacionalid­ad española (31,59) que en las extranjera­s residentes en el país (27,96). Más de uno de cada cinco niños nacidos el año pasado tuvieron una madre inmigrante.

“En el norte de Europa tienen mejores datos de natalidad. No solo es porque aquí el mercado laboral sea más precario, sino porque allí hay políticas sociales, tanto de conciliaci­ón como de igualdad de género. Horarios laborales más flexibles, suficiente­s escuelas infantiles, algo que aquí hay que mejorar mucho”.

“En España hay un retraso de las transicion­es familiares: la emancipaci­ón de los jóvenes es casi 10 años más tardía que en los países nórdicos; el primer trabajo también se retrasa, y el primer empleo estable. Es muy difícil tener un hijo con la inestabili­dad laboral y unos precios de la vivienda imposibles en las ciudades grandes”, añade la demógrafa. “La ampliación de los permisos de paternidad es un paso en la buena dirección, pero aún falta para que se igualen”, continúa. “Más que una prestación, es necesario un conjunto de medidas. Que se amplíen las plazas de guardería de cero a tres años [el 62% de los niños en esa edad no están escolariza­dos]. Que se involucren las empresas privadas”, añade. “No me preocupa el envejecimi­ento, es un fenómeno global, común en los países de nuestro entorno. Lo preocupant­e es que las parejas no tengan los hijos que quieren tener. Aún tenemos unos Gobiernos que lo ven como un gasto en vez de como inversión”.

 ?? / ÓSCAR CORRAL ?? Un padre y su hija, en su casa de Pontevedra.
/ ÓSCAR CORRAL Un padre y su hija, en su casa de Pontevedra.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain