El Pais (Pais Vasco) (ABC)

España reclama a la UE un esquema para mitigar futuras crisis del euro

- LUCÍA ABELLÁN,

Europa necesita traducir ya en cifras el giro que sus líderes le quieren imprimir. Con el énfasis puesto en la aceleració­n de plazos, España ha presentado a la Comisión Europea

Insatisfec­ho con el nivel de ambición demostrado hasta ahora en la reforma del euro, Sánchez aboga por dar un salto adelante, según un documento de cuatro páginas que el Ejecutivo ha enviado a Bruselas y al que ha tenido acceso EL PAÍS. El texto reclama “un instrument­o presupuest­ario para el euro que suponga un verdadero valor añadido con respecto a los ya existentes, con funciones de estabiliza­ción”. Es decir, un fondo anticrisis que no constituya una mera réplica del presupuest­o europeo para los Estados que comparten moneda, sino que ofrezca un mecanismo al que los países recurran antes de experiment­ar problemas, precisamen­te para evitarlos. Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE debatirán estos asuntos en la cumbre europea que arranca hoy en Bruselas.

A pesar de que la idea no fraguó en la última reunión del Eurogrupo, en la que la ministra de Economía, Nadia Calviño, la defendió con ahínco, el Gobierno cree que el próximo marco presupuest­ario es una buena ocasión de reactivarl­a. El texto enviado a Bruselas argumenta que el instrument­o —en principio concebido como ayudas a fondo perdido— debe apoyar a los países que entren en una espiral económica adversa. Y esboza una idea bastante rompedora para los halcones de la ortodoxia fiscal: evitar la llamada condiciona­lidad, que obliga a los países que reciben fondos para inversione­s a exhibir las líneas maestras que defiende para el próximo marco presupuest­ario de la UE, que entrará en vigor en 2021. Pese a la resistenci­a de socios clave como Alemania, el Gobierno de Pedro Sánchez reclama un instrument­o credencial­es de ortodoxia fiscal y a hacer reformas.

El motivo para rechazar esas exigencias previas (por ejemplo, vincular el dinero a la aplicación de reformas en el mercado de trabajo) es que obstaculiz­an la llegada de ayuda en el momento clave. “Resulta esencial que el instrument­o esté disponible cuando de financiaci­ón para países del euro que prevenga futuras crisis (o, en su caso, amortigüe las primeras consecuenc­ias). En la versión española, este mecanismo no estaría sujeto a ningún tipo de condiciona­lidad. más se necesite”, argumenta el documento. En la tensa reunión de los ministros del euro celebrada la semana pasada ya quedó desterrado —en principio— este elemento de condiciona­lidad.

La propuesta, enviada el pasado lunes, viene acompañada de una carta dirigida al comisario de Presupuest­o, Günther Oettinger, y firmada por los ministros de Exteriores en funciones, Josep Borrell, y de Hacienda, María Jesús Montero. La iniciativa de estabiliza­ción se completa con un seguro de desempleo común, al que Alemania se ha resistido tradiciona­lmente. También Holanda, que capitanea a un grupo de países (entre los que figuran los nórdicos y los bálticos) opuestos de plano a esa posibilida­d. El modelo que defiende España consiste en una bolsa de desempleo complement­aria a los seguros nacionales que actuaría solo en caso de que un Estado atraviese una crisis, para evitar que la factura del desempleo pese demasiado sobre el gasto.

Fuera de la reforma del euro, el documento del Gobierno incluye otros aspectos relevantes para el próximo marco presupuest­ario. Sánchez defiende “impulsar decididame­nte la aplicación del pilar europeo de derechos sociales”, con elementos como infancia, jóvenes, género y desempleo. La familia socialdemó­crata europea, con España como el representa­nte de mayor peso, ha situado la agenda social como prioridad del ciclo europeo que surja de las elecciones del pasado 26 de mayo.

Política agraria

Más matizada resulta la postura respecto a la política agraria común, la joya de la corona del presupuest­o comunitari­o, con casi el 40% de los recursos actuales. El texto defiende que siga siendo “un eje clave” del presupuest­o de la UE, pero se abre a alguna pérdida de peso sobre el gasto total. Algo similar ocurre con la política de cohesión, aunque el Ejecutivo no asume explícitam­ente la rebaja en ninguna de estas dos señas de identidad del proyecto comunitari­o.

En medio ambiente, un elemento también muy ligado a la reforma de la política agraria, Sánchez sí respalda claramente la propuesta de Bruselas de dedicar al menos uno de cada cuatro euros comunitari­os a políticas climáticas.

Con el Reino Unido en retirada, que deja un agujero de unos 10.000 millones de euros anuales en las cuentas comunitari­as, y los nuevos desafíos identifica­dos, el Gobierno aboga por elevar la potencia del presupuest­o al menos hasta el 1,114% del PIB, como propone el Ejecutivo comunitari­o. Hoy ronda el 1%.

 ?? / J. W. (EFE) ?? Desde la izquierda, el vicepresid­ente del BCE, Luis de Guindos, la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, y el director del mecanismo europeo de estabilida­d, Klaus Regling, el viernes en Luxemburgo.
/ J. W. (EFE) Desde la izquierda, el vicepresid­ente del BCE, Luis de Guindos, la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, y el director del mecanismo europeo de estabilida­d, Klaus Regling, el viernes en Luxemburgo.

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