El presidente de la CNMV avisa a las empresas: “Usen un lenguaje claro y sean leales”
El presidente de la CNMV, Sebastián Albella, se mostró ayer molesto por cómo manejan la información ciertas sociedades cotizadas. Sin nombrar a ninguna —en los últimos meses ha habido varias polémicas con algunas comunicaciones— pidió a
El tirón de orejas de Albella llega tras “los episodios sucedidos en los últimos meses”, de fuga de información no comunicada previamente al mercado por los canales oficiales —a través de los llamados hechos relevantes— pero eludió referirse a alguno en concreto.
“Utilicen un lenguaje claro y sean leales con el mercado”, pidió el presidente de la CNMV en la séptima edición del Foro del Consejero, organizado por KPMG, la escuela de negocios IESE y EL PAÍS en colaboración con AON y Gobertia. Su petición se produce después de que algunas compañías hayan tenido que enmendarse a sí mismas por no dar toda la información a los accionistas sobre operaciones importantes, y otros en los que el regulador ha suspendido la cotización de valores a raíz de informaciones periodísticas posteriormente confirmadas por las empresas. “No es necesario contarlo todo ni dar detalles, pero no nos gustan los lenguajes calculados, medidos para no incurrir en riesgos. El nuevo gobierno corporativo es clave para transmitir confianza en los inversores”, abundó Albella.
El responsable de la CNMV también habló del cada vez más importante papel del consejero, “que tiene mayor nivel de exigencia, no solo con los accionistas, sino con los empleados y la sociedad en general”. Animó a las empresas a apoyarse en expertos externos a la hora de tomar decisiones y desgranó las medidas que impulsará las empresas que actúen “con lealtad al mercado” y que trasladen “información exacta, veraz”. En su intervención en el Foro del Consejero, llegó a decir que, a menudo, lo que cuentan las empresas “es algo distinto de lo que ocurre en la realidad”, y que utilizan un lenguaje demasiado medido.
para actualizar el código de buen gobierno.
Entre ellas, el regulador impulsará cambios en la recomendación que limita a dos anualidades la indemnización al consejero. “Se trata de dejar claro que el límite es aplicable a cualquier
pago abonado al consejero con su baja, cese o dimisión, incluidas las indemnizaciones, pero también las vinculadas a pactos de no competencia o a los sistemas de ahorro a largo plazo”.
Otra de las cuestiones que preocupa a las empresas cotizadas es la obligación de presentar información financiera cada tres meses. La directiva europea de transparencia suprimió en 2004 esa obligación, pero dejó a los Estados miembros la posibilidad de mantenerla, algo que España hizo. Ahora es el único país, junto a Polonia y Rumanía, en el que está vigente esa obligación. “Nos gustaría que se mantuviese en toda Europa... pero no podemos ser el único país entre los cinco más importantes en la que sigue siendo obligatorio”, reconoció. El Gobierno del PSOE impulsó hace meses una reforma de la Ley de Sociedades de Capital para que este requisito deje de ser obligatorio.
La jornada arrancó con la presentación del decano de IESE, Franz Heukamp y las intervenciones de Hilario Albarracín, presidente de KPMG y Javier Monzón, presidente no ejecutivo de PRISA, grupo editor de EL PAÍS. El primero describió las claves del buen gobierno “para la toma de decisiones sostenibles, éticas”. Por su parte, Javier Monzón apostó por favorecer la transparencia, “una prioridad para nuestro grupo”, destacó. “La empresa debe atender a los accionistas, a los grupos de interés y a la sociedad”, recordó Monzón.