Díaz Ayuso apuntala a Casado al frente del PP
go de las nóminas de los funcionarios a finales de año.
El Gobierno balear tendrá que aplicar recortes por incumplimientos de la regla de gasto en 2018. Achaca este desajuste a circunstancias extraordinarias, como el pago de 155 millones por pleitos. Y todavía no ha puesto las cifras definitivas sobre la mesa. “Vamos a asumir los retos y ajustes que tengamos que hacer”, ha afirmado la presidenta socialista Francisca Armengol, quien insiste en que los cambios no afectarán a los compromisos sociales con sus socios de gobierno de Unidas Podemos y Més per Mallorca.
Las dos Castillas. El Gobierno socialista de Castilla-La Mancha no prevé recortes, pero entiende que otras comunidades lo hagan y reclama, a través de su presidente Emiliano GarcíaPage, una reforma del modelo de financiación. Y no garantiza que vaya a cumplir el objetivo de déficit este año porque, recalca, el Estado le debe 350.000 euros. La Junta de Castilla y León tampoco contempla ajustes, ya que prorrogó los Presupuestos de 2018: “Tenemos las cuentas cuadradas”.
Extremadura. La Junta ya ha advertido de que no cumplirá este año con el objetivo del déficit, aunque el Gobierno socialista añade que no recortará el gasto social. El Ejecutivo autonómico achaca la desviación a la falta de actualización por parte del Gobierno de España de las entregas a cuenta, el pago del IVA por cambio de la normativa contable y la merma de ingresos por la falta de Presupuestos.
La Rioja. El Gobierno riojano en funciones no prevé recortar porque, según el último informe de la Airef, la autoridad fiscal independiente, “sería factible que cumpliese los objetivos de estabilidad” si el Gobierno central abona a esta comunidad la liquidación del IVA de 2017. El Estado debe a La Rioja más de 100 millones, según los datos del Ejecutivo autónomo.
Cantabria. Cantabria ha creado un grupo de trabajo para el seguimiento de la ejecución presupuestaria, afirma Rafael Pini, director de Gabinete de la Consejería de Economía y Hacienda. Aunque aún no se han tomado medidas que supongan recortes, el director avisa de que están “vigilantes” porque, de persistir el bloqueo, podrían verse “en la obligación” de hacerlo.
Murcia, Asturias y Canarias. El Gobierno murciano no prevé ajustes; Asturias evita pronunciarse al respecto. Pero los recortes ya han empezado en Canarias: el Ejecutivo autonómico ha decidido una primera reducción de 140 millones del gasto de 2019 pare evitar un incumplimiento de las metas fiscales.
Con información de Isabel Díaz Ayuso presenta hoy su proyecto de gobierno para la Comunidad de Madrid a sabiendas de que su elección como presidenta —que se votará mañana— servirá para apuntalar a Pablo Casado al frente del PP. Tras el batacazo del 28-A, el líder nacional
Tras más de dos meses de complicadas negociaciones con Ciudadanos y Vox, la dirigente popular anunciará hoy un programa de gobierno basado en las políticas ultraliberales que recoge su pacto con el partido de Albert Rivera, y lleno de guiños al de Santiago Abascal. La unión de las tres formaciones permitirá el miércoles la formación del primer ejecutivo de coalición de la historia de Madrid: PP y Cs gobernarán con el apoyo externo de Vox. La toma de posesión de Díaz Ayuso, la semana que viene, marcará un punto de inflexión en la biografía de una política de 40 años sin apenas experiencia de gestión.
La plana mayor del PP se dividirá para acompañar a Díaz Ayuso. El líder, Pablo Casado; el secretario general, Teodoro García Egea; la portavoz parlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo, y la vicesecretaria de organización, Ana Beltrán, se repartirán las tres fechas clave en una demostración de lo fundamental que es para el PP retener Madrid: al cabo, los 22.000 millones que recogen las cuentas públicas de la región suponen el tercer presupuesto más abultado de España.
Con la presidencia del PP local vacante, acceder al poder institucional también supone que Díaz Ayuso controle implícitamente la poderosa estructura de la organización madrileña (más de 68.000 afiliados). Y llegar al palacio de Correos permite, finalmente, mantener el Gobierno autónomo que ha servido de escaparate para las políticas del PP durante los últimos 24 años —de 1995 a 2015, la formación conservadora ganó todas las elecciones regionales—.
Desde ahora, todas esas herramientas estarán al servicio de Casado, que no cuenta con un apoyo tan firme como el que le proporcionará Díaz Ayuso entre el resto de los presidentes autonómicos del PP. Alberto Núñez Feijóo (Galicia), Juan Manuel Moreno Bonilla (Andalucía), Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León) o Fernando López Miras (Murcia) ya estaban en la primera línea política antes de que Casado sustituyera a Mariano Rajoy. Díaz Ayuso, no. La próxima presidenta de Madrid, que hizo carrera en los equipos de Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, era una descocida para el gran público cuando fue elegida como candidata.
En una apuesta personalísima, Casado prefirió a Díaz Ayuso frente a pesos pesados de la formación, como Ángel Garrido, entonces presidente regional y hoy diputado de Cs. Ese vínculo, contará por primera vez con un barón territorial afín que aúne poder institucional, la gestión de un presupuesto millonario y la defensa cerrada del proyecto casadista. Un alivio para Casado, que ve cómo el PP logra el poder en la ciudad y la Comunidad de Madrid gracias a sendos pactos con Cs y Vox. forjado desde que ambos coincidieron en Nuevas Generaciones, garantiza ahora a Casado que la futura presidenta madrileña defenderá y amplificará sus argumentos desde el poder.
“Mientras en España hay un Gobierno bloqueado, y con un proyecto sin rumbo, en la Comunidad de Madrid todos los partidos comprometidos con la libertad de la persona, la baja fiscalidad y con que Madrid siga siendo la casa de todos los españoles van a sacar el Gobierno adelante”, dijo hace unos días Díaz Ayuso, haciéndose eco de las tesis del PP nacional sobre el Ejecutivo de Pedro Sánchez. “Vamos a combatir los populismos, los nacionalismos, y todo aquello que crea ciudadanos de primera y de segunda”, añadió, reafirmando el discurso de su líder.
Complicidad inédita
La sintonía entre Casado y Díaz Ayuso es absoluta y excepcional en la historia de su partido. El PP de Madrid siempre ejerció como contrapeso del nacional. De Aguirre a Cifuentes, pasando por Alberto Ruiz-Gallardón, el partido regional siempre se caracterizó por tener voces propias y capacitadas para matizar el discurso de Génova. Las caras más conocidas del PP autonómico siempre han intentado rivalizar con los líderes nacionales. Hasta ahora: poco más de un año después de su elección como sustituto de Rajoy, Madrid proporciona un respiro a Casado.
El alivio, además, es doble. En las elecciones municipales y autonómicas del pasado 26 de mayo, el PP también recuperó el gobierno de la capital a través de un hombre cercano a Casado, José Luis Martínez Almeida. Los tres empezaron su carrera en el Madrid de Esperanza Aguirre. Y la complicidad que mantienen se vio reflejada ya en las mismas listas electorales.
El alcalde contó como número dos con Andrea Levy, una de las primeras políticas en apoyar a Casado en las elecciones internas que celebró el PP hace poco más de un año para sustituir a Mariano Rajoy. Y la próxima presidenta de la Comunidad de Madrid contó con David Erguido, íntimo de Pablo Casado, al que luego ha promocionado como senador.
En plena crisis de resultados, con la amenaza de una repetición electoral de las generales en noviembre y su liderazgo rodeado de preguntas, Casado vuelve a mirar a la región que decidió su elección como presidente del partido. Madrid ya no será solo el bastión del PP. Con Díaz Ayuso al frente, ahora también es la fortaleza de Casado.
Los pactos con Ciudadanos y Vox en Madrid y Murcia —unidos al posterior a las elecciones andaluzas de diciembre del año pasado— han permitido al presidente del PP salvar los muebles y coger algo de aire tras el batacazo electoral del pasado 28 de abril, cuando los populares tocaron suelo en 66 diputados —tenían 137—. Los populares exhiben ahora esos acuerdos para contraponerlos al bloqueo de la izquierda en la negociación para la investidura de Pedro Sánchez.