El Gobierno de Trump espió los registros telefónicos de cuatro reporteros del ‘Times’
Condena a la filtración, no a la publicación
El Departamento de Justicia de EE UU obtuvo en secreto, durante el Gobierno de Donald Trump, los registros telefónicos de cuatro periodistas de The New York Times en el marco de una investigación sobre la filtración de información clasificada a esos reporteros. La noticia, adelantada por el rotativo neoyorquino, se suma a otras publicadas en los últimos días sobre el espionaje a periodistas de The Washington Post y de la cadena CNN con el fin de destapar sus fuentes.
En concreto, el Departamento de Justicia se hizo con los historiales telefónicos de los periodistas Matt Apuzzo, Adam Goldman, Eric Lichtblau y Michael S. Schmidt correspondientes a los primeros cuatro meses de 2017 (entre el 14 de enero y el 30 de abril). También obtuvo una orden judicial para hacerse con registros de correo electrónico —no de su contenido—, aunque finalmente no se incautó de esos datos. El propio Departamento de Justicia informó el miércoles a los periodistas afectados por
esta controvertida actuación del anterior Gobierno, que pone en jaque la confianza de las fuentes confidenciales. El resto de los reporteros espiados también fue informado hace semanas. Según dijo el portavoz, Anthony Coley, en un comunicado, las intervenciones se llevaron a cabo entre 2019 y 2020.
Cuando se conocieron las primeras actuaciones de espionaje, el actual presidente, Joe Biden, señaló que este tipo de conductas “están sencillamente mal” y aseguró que no permitirá que
Donald Trump advirtió al principio de su mandato que pretendía investigar las filtraciones, lo que hizo saltar chispas en uno de los países con mayor protección a la libertad de prensa, recogida en la Primera Enmienda y reafirmada en 1971 tras la publicación en The New York Times de los papeles del Pentágono, con información confidencial de la guerra de Vietnam. La justicia estableció que se debía condenar la filtración de material clasificado, pero no su publicación, al demostrarse que era de interés público. tengan lugar bajo su Administración. El director de The New York Times, Dean Baquet, advirtió el miércoles de que ese espionaje “socava gravemente la libertad de prensa” y “amenaza con silenciar a las fuentes” de las que un periódico depende para poder informar al público “sobre lo que el Gobierno está haciendo”.
El correo de Hillary Clinton
En el caso del Washington Post, los periodistas vigilados habían estado investigando la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016. Justicia no ha especificado en el último caso qué artículo motivó la controvertida medida, pero el Times cree que, en su caso, tiene que ver con uno del 22 de abril de 2017, firmado por los cuatro periodistas espiados, que trataba de cómo el entonces director del FBI, James Comey, manejó durante la campaña electoral las investigaciones sobre el uso de un servidor privado de correo por parte de la candidata demócrata, Hillary Clinton, cuando era secretaria de Estado con Barack Obama.
Comey, que acabaría convirtiéndose en un enemigo para Trump, había decidido anunciar en julio de 2016 que recomendaba no procesar a Clinton. El artículo del Times citaba un documento, supuestamente obtenido por piratas rusos y cuya existencia era clasificada, en el que un cargo demócrata se mostraba confiado en que la entonces fiscal general, Loretta Lynch, del Gobierno de Barack Obama, no imputaría a la candidata. Comey, según el diario, temía que si Lynch anunciaba la decisión de no imputar a Clinton y ese documento se filtraba, iba a poner en tela de juicio la independencia de sus pesquisas.
Con Trump ya en el poder, en mayo de 2017 la Casa Blanca emitió un comunicado en el que se comprometía a perseguir “con toda la fuerza de la ley” a quienes filtrasen información clasificada. Respondía de este modo a la publicación en The New York Times de los detalles sobre el artefacto utilizado en un atentado en Mánchester (Reino Unido) ese mes gracias a datos proporcionados por la inteligencia británica a las agencias de espionaje estadounidenses.