El corazón partido del príncipe de Gales
Los nacionalistas reprochan el apoyo del heredero a la selección inglesa
RAFA DE MIGUEL, Londres Las tensiones territoriales que vive el Reino Unido se agravaron notablemente con la llegada del Brexit, pero cualquier chispa, como un Mundial de fútbol, sirve para recordar que siempre han existido.
El heredero al trono ostenta por tradición el título de príncipe de Gales, y una de las primeras decisiones del nuevo rey, Carlos III, fue traspasar esa responsabilidad a su hijo Guillermo. Aunque las aguas no están tan revueltas en ese territorio como en Escocia o Irlanda del Norte, la Casa de Windsor siempre ha procurado evitar cualquier agravio a los sentimientos nacionalistas galeses, representados por el Plaid Cymru (Partido de Gales, en el idioma galés). El ministro principal actual, Mark Drakeford, pertenece al Partido Laborista, pero fue el primero en expresar sorpresa y malestar cuando el monarca dispuso del principado sin advertirle siquiera que iba a hacerlo. Y suman ya casi 40.000 (Gales tiene 3,1 millones de habitantes) las firmas que reclaman que la Casa Real deje de identificarse con un territorio y sus instituciones, casi 800 años después de que Eduardo I de Inglaterra ordenara el asesinato del último príncipe de Gales autóctono, Dafydd ap Gruffydd.
Los agravios son hoy ciertamente más leves, pero igual de dolorosos. Cuando Guillermo de Inglaterra, que casualmente es también presidente de la Asociación de Fútbol de Inglaterra (FA), se presentó por sorpresa esta semana en St. George’s Park para despedir a la selección inglesa, antes de que partiera hacia Qatar, sus buenos deseos levantaron ampollas en Gales. Los dos equipos nacionales coincidirán en el grupo B y se enfrentarán el próximo 29 de noviembre. Guillermo se dejó fotografiar con el seleccionador Gareth Southgate, y entregó a cada uno de los jugadores la camiseta con su número. “Estoy aquí para dejar claro que todo el país está con vosotros, todos os vamos a animar. Disfrutad”, les dijo el príncipe heredero.
Poco después, el actor galés Michael Sheen, protagonista de películas legendarias como La Reina (interpretó el papel del primer ministro británico, Tony Blair), se convertía en portavoz de los galeses ofendidos a través de Twitter: “Puede apoyar a quien desee, y como presidente de la FA su visita es perfectamente comprensible. Pero, ¿se dará cuenta de que llevar a la vez el título de príncipe de Gales es completamente inapropiado? ¿No le da al menos un poco de vergüenza?”, se preguntaba Sheen.
Las críticas han pillado por sorpresa a un príncipe aficionado al fútbol que, como él mismo ha explicado, creció sin ver a la selección galesa en las competiciones internacionales. “Apoyo a las dos selecciones”, ha dicho Guillermo para salir del paso. “Apoyo más a Inglaterra cuando se trata de fútbol, y más a Gales en rugby”, cerró a modo de corazón partido.