El movimiento #MeToo cumple un año de activismo

Hace 365 días, un tuit rompió el miedo a denunciar. Hoy se exige mayor compromiso legislativo, laboral y personal

El 5 de octubre de 2017, Jodi Kantor y Megan Twohey publicaron en The New York Times un artículo desmontando décadas de agresiones sexuales de Harvey Weinstein. El día 16, y tras otro artículo en

The New Yorker y miles de voces denunciando casos similares, la actriz Alyssa Milano colgó este tuit, que resucitaba una antigua campaña de la activista Tarana Burke: «Si has sufrido acoso sexual, escribe MeToo como respuesta a este tuit. #MeToo». Y así empezó todo.

Doce meses después, nos hemos hecho a un nuevo vocabulario, recuperando palabras que parecían confinadas a la literatura feminista: sororidad, privilegio, cultura de la violación, masculinidad tóxica... «Hoy todos saben lo que significa consenso», resume Lauren Bastide, periodista de Elle y Le Grand Journal, que lleva el podcast más escuchado de su país, La

Poudre. En España, la idea ha tomado forma del eslogan que se adoptó tras el caso de La Manada: ‘No es no’.

Este caso también ha incitado un posible cambio en el Código Civil que estudia el gobierno de Pedro Sánchez. La vicepresidenta y ministra de Igualdad, Carmen Calvo, lo anticipó en términos muy cercanos al #MeToo: «Si > no hay un sí, todo lo demás es no». Así se consideraría