El Pais (Madrid) - El País Semanal
La economía azul y su papel para el futuro
Aprovechar de manera responsable y sostenible los recursos de mares y ríos es una de las vías para responder a los retos del futuro.
Vivimos en una época de grandes retos, pero quizás el más importante es el que tiene que ver con la salud del planeta. Ante una población mundial que aumenta a pasos agigantados (llegará a los 9.700 millones en 2050, según la ONU), encontrar el equilibrio entre el crecimiento económico y el respeto por los recursos naturales es clave. Si tenemos en cuenta que más del 70% de la superficie del planeta está ocupada por ríos, mares y océanos, gestionar esa riqueza de manera responsable es una de las principales vías para un futuro esperanzador.
En los últimos años se ha hablado mucho de la economía verde, pero en 2010 el economista belga Gunter Pauli popularizó otro concepto: la economía azul. En su libro The Blue Economy, abogaba por basarnos en las posibilidades de océanos, mares y ríos bajo un enfoque sostenible como un motor económico para las futuras generaciones. Aprovechar al máximo los recursos, reducir los desechos y reutilizarlos para generar otros productos eran algunas de sus consignas.
Como una práctica con una antigüedad que se cuenta por milenios, la acuicultura es un ejemplo de todo lo que propone el concepto de economía azul. Entendida como la cría, el cultivo y la recolección de organismos acuáticos en agua dulce y salada para el consumo humano, es una actividad que permite obtener alimento en un entorno controlado, preservando los recursos naturales, potenciando el consumo de proximidad y con unas bajas emisiones de CO2. Por todo ello, en los últimos años es un sector al alza, que se ha erigido también como un importante motor económico.