El Pais (Madrid) - El Pais - Shopping & Style

La actriz Macarena García y el músico Pablo López muestran la colección primavera/verano de Springfiel­d.

No le temen al esfuerzo ni al trabajo; tampoco al éxito. Porque el talento de Macarena García y Pablo López les hace seguir adelante y buscar retos más allá de la actuación y la música. Ahora unen sus destinos en una inspirador­a aventura de moda, López y

- POR ROSA ALVARES

Ambos tienen muchas cosas en común: la capacidad de perseguir sus sueños; un talento indiscutib­le; muchas ganas de seguir aprendiend­o, y una naturalida­d que hace que el público les sienta muy cercanos, a pesar de la fama que han cosechado. Macarena García (Madrid, 1988) y Pablo López (Fuengirola, 1984) convierten en éxito todo aquello que tocan. Ella triunfa con la serie de Televisión Española La otra

mirada y ahora se embarca en la aventura de poner voz a la hija de un personalís­imo

Drácula en la película de animación Hotel Transilvan­ia 3; él sigue colgando el cartel de “No hay localidade­s” en cada actuación de su Tour Santa Liber

tad. Además, protagoniz­an la campaña López y García, de Springfiel­d, en la que muestran una colección de moda joven, fresca y ultranatur­al. Exactament­e, como son ellos mismos. ¿Qué tiene Springfiel­d para que los dos hayáis decidido implicaros en su nueva colección primavera/verano 2018? PABLO LÓPEZ: Esta es la primera vez que hago algo relacionad­o con la moda y, de algún modo, había una vinculació­n emocional con la firma: cuando empecé a ganar algún dinerito tocando el piano, a los 17 años, iba a una tienda Springfiel­d a comprarme ropa porque, además, mi primo y mis mejores amigos trabajaban allí. Aunque no me obsesiono mucho con la moda, se trata de una marca a la que he seguido acudiendo porque es ropa que parece como hecha para mí. Además, siento que tanto a Macarena como a mí nos han dado libertad a la hora de mostrarnos tal y como somos.

López & García es una campaña de gente normal: no nos hemos tenido que disfrazar ni en cuerpo ni en forma de ser para hacerla. MACARENA GARCÍA: Reconozco que a mí me cuesta involucrar­me a fondo en una firma porque es algo en lo que tengo que creer plenamente, que debo defender luego en una entrevista o en un photocall. Así que si acepto algo así es intentando ser coherente conmigo misma e ir siempre con sentido común. Con Springfiel­d lo tenía claro ya que me gusta mucho y me identifico con la imagen que proyecta: es ropa sencilla, elegante pero joven y fresca, y tiene mucho que ver con mi estilo personal a la hora de vestir.

Bueno, vosotros, como artistas, transmitís verdad, sencillez… P.L.: Me alegra que me digas esto, porque el equipo creativo ha ido al grano y ha acertado: no siempre es habitual retratar la naturalida­d en un mundo

beauty como es la publicidad, aunque está bien crear un mundo de ilusión. En los conciertos que llevo hechos en esta gira, me gusta acercarme emocionalm­ente al público, desahogarm­e con él, compartir lo que me va sucediendo. The show must go on, de Queen, hablaba de que, aunque tengas el corazón destrozado, el maquillaje debe permanecer en su sitio. Para mí es todo lo contrario: me desnudo en cada actuación. M.G.: Yo, cada día, intento mantener esa naturalida­d, esa verdad, y voy trabajando paulatinam­ente más ese aspecto. Intento no engañar a nadie ni engañarme a mí misma, procuro no contar cosas que no soy. Porque, la verdad, soy una chica muy normal, discreta. No me gusta llamar la atención; aunque, bueno, como todo el mundo tengo esos momentos en los que también me apetece ser la más fiestera y la más alocada (risas). Macarena, ¿es difícil llegar a ese punto cuando perteneces a una profesión como esta, en la que estáis en un continuo escaparate? Empecé en esta profesión sin tener claro qué quería de la vida. No me ocurrió como a otros actores que desean dedicarse a esto, y que llevan desde siempre luchando por ello. Podría parecer que lo mío fue un poco brusco, pero yo lo he percibido como algo paulatino. Cuando viví el boom de Blan

canieves [la película que la aupó a la fama, en 2012], llevaba años trabajando, haciendo teatro musical, personajes episódicos en televisión… Supongo que eso hizo que me tomara la repercusió­n de la película con otro ánimo. Aunque sí es verdad que te encuentras, en ocasiones, que hay cientos de cámaras pendientes de ti, esperando que seas de una manera determinad­a, y te tienes que recordar que eres lo que eres, y que no puedes aparentar todo el rato ser la más inteligent­e, la más especial, la más divertida. No puedes evitar que las expectativ­as de los demás te condicione­n, por eso a veces tengo que recordarme: “Soy como soy, y a quien no le guste, qué le vamos a hacer”. Fingir que eres otra sería un sufrimient­o. Pablo, estás atravesand­o un momento espléndido; sin embargo, mantienes los pies en la tierra. Es cierto que ahora no paran de entrar retos profesiona­les, también personales. Y últimament­e siento que ese brillo extraño o ese fantasma gigante que va creciendo alrededor de mí puede opacar al niño que está dentro, puede encerrarme un poco y aislarme incluso de la gente que más me quiere. No es algo grave, pero es bueno tenerlo identifica­do. Sin embargo, confieso que no me tengo que bajar de una nube, porque cada día la vida me enfrenta a esos retos de los que te hablo, aunque a veces deba decirles a mis amigos: “Tíos, que a pesar del éxito, a veces sigo teniendo gastroente­ritis, y sigo llorando cuando tengo que llorar”. ¿Y cómo manejar el sentirse objetivo de ‘paparazzi’? M. G.: Esto funciona un poco por modas. No soy una persona que despierte un interés brutal, aunque en algunos momentos ha sido mayor. Si he vivido situacione­s desagradab­les, porque tienes una vida normal y haces cosas como todo el mundo, y no te gustaría verte fotografia­da en una revista. Es una locura, de repente, ver a un fotógrafo escondido detrás de un arbusto… ¡no te entra en la cabeza! Y te vuelves un poco paranoica (risas). Aunque también reconozco que me siento respetada y muy cuidada. P. L.: De corazón puedo decirte que tuve un momento de miedo, pero reconozco que todo lo que veo publicado es muy blanco: nunca se han metido conmigo, siempre me han respetado. Confieso que alguna vez hasta me he reído con las cosas que han salido. Por ejemplo, ¿cómo es posible que te saquen una foto en el Empire State Building sin que te des cuenta? Macarena, hablemos de tu nuevo trabajo, la serie ‘La otra mirada’. Está ambientada en los años 20, en una academia de señoritas en Sevilla. Cuenta la historia de tres maestras, de la directora –que soy yo–, y de varias alumnas. Veremos su lucha por conseguir cosas que, hasta entonces, les estaban vedadas a las mujeres, sus caídas, su fuerza… Yo creo que todas nos vamos a poder sentir identifica­das con ellas. Porque en esta serie las mujeres son las auténticas protagonis­tas. Para mí es una alegría que se hable en voz alta de este tema. Creo que hemos dado pasos importantí­simos, gracias a la lucha de muchas mujeres y de muchos hombres que nos han acompañado; ha habido mucho trabajo hecho, pero queda mucho por hacer. Porque el machismo está integrado en nuestra forma de pensar y no puede ser así. Ninguna mujer debería ir con miedo por la calle de noche. Es injusto y duro. Por eso, no es una lucha sin sentido, las cosas tienen que cambiar. Solo hay que buscar, entre todos, la verdadera igualdad. Pablo, tú estás inmerso en una larguísima gira. ¿Cómo llevas este ‘Tour Santa Libertad’ en el que estás arrasando? Para mí actuar en directo es una necesidad vital, lo mejor que me puede pasar en la vida. Ya me ocurría antes, aunque tocara en un bar cualquier día, con solo seis personas que estaban allí tomando algo. Entonces era complicado y ni siquiera me daba para ganarme la vida, pero ya había una atracción muy potente. ¡Imagínate lo que sentí el primer día que me puse a tocar en un teatro donde todo el mundo había pagado por verme! Y ves que empiezas a tocar el piano y todo el mundo se pone a cantar… No se me ha pasado ni un ápice de emoción. En esta gira no creo que bajemos de los cien conciertos y estoy encantado. ¡Ojalá no acabara nunca!

“Aunque no me obsesiono con la moda, Springfiel­d es una firma con la que me identifico: siento que hacen ropa para mí”, afirma Pablo López

 ??  ?? FOTO DANIEL ALEA ESTILISMO BLANCA PUEBLA MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA PAULA SOROA Y JESÚS DE PAULA
FOTO DANIEL ALEA ESTILISMO BLANCA PUEBLA MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA PAULA SOROA Y JESÚS DE PAULA
 ??  ?? En esta ocasión, el músico viste pantalón y camiseta, de Springfiel­d. La americana es de Brunello Cucinelli.
En esta ocasión, el músico viste pantalón y camiseta, de Springfiel­d. La americana es de Brunello Cucinelli.
 ??  ?? Muy cómplices, García lleva un total look, de Springfiel­d, mientras que los pendientes son de Suárez. López viste total look, de Springfiel­d.
Muy cómplices, García lleva un total look, de Springfiel­d, mientras que los pendientes son de Suárez. López viste total look, de Springfiel­d.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain