VACACIONES ILUSTRADAS

El verano sabe a arena, a musica, a sal. A mañanas de horizontes infinitos, a calma, a amistad. En estas páginas dedicadas al verano hemos soñado con tendencias, con belleza, con gastronomía, con viajar con una sintonía relajante de trasfondo. Porque ¿a alguien se le ocurre algo mejor para animar cada mañana estival que escuchar coplillas de esas graciosas que suenan a antaño? A mí no, desde luego. Para animarnos, el repertorio nos lo pone cada día nuestro flamante y nuevo director de arte, Eugenio González Cabanillas, a partir de ahora el Genio (arriba, en la foto en la producción de portada con Rosa Alvares). Una bocanada de aire fresco como los tiempos que corren en este país, península, y en este El país, periódico. Pues eso, que el Genio es todo un ilustrado en eso de la canción ligera. Hasta ahora comenzábamos a subirnos el ánimo con las palabras con las que Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon, ordenó a su servidumbre que utilizaran para despertarle: “Levantáos, señor Conde, que hoy os esperan grandes cosas que hacer por la humanidad”. Otro ilustrado que tuvo maestros de la talla de D’ Alambert. Lean este verano sus Cartas de un habitante de

Ginebra, son divertidísimas. Pues ya que vamos a pasar el verano al ritmo de Coge tu sombrero y póntelo… a la que le sienta fenomenal la pamela es a la protagonista de nuestra portada, la actriz Ana Polvorosa, una mujer con muchos valores, lejos de todo divismo. Todo, en su entrevista, huele a vacaciones. Le confiesa a Alvares en bañador (pág. 16): “Me voy a perder por ahí. No te digo dónde, pero no me voy a clima frío... El mar me da la vida”. Sobre las olas se deslizará Aritz Aranburu, el mejor surfista de la historia de España y campeón de Europa, con su filosofía vital: tener una mente abierta, ser aventurero, amar la naturaleza… y estar siempre agradecido (pág. 28). Vamos a seguir este verano los consejos de Eva Blanco, en la pág. 60, ya nos tumbemos panza arriba en Finisterre o en Benidorm: cuidaremos la alimentación a base de atiborrarnos de helados y practicaremos la esencia de la cultura japonesa, porque las terapias orientales son mucho más que una moda: con ellas encontramos la belleza en cuanto nos rodea y conseguimos mayor relajación. Cuídense (pág. 38), coman bien (pág. 52), viajen (pág. 56) y pongan en su mesilla el libro del catedrático de Harvard, Steven Pinker, que acaba de editar Paidós: En defensa de la Ilustración. Nada más. Que pasen un gran verano. Volvemos en septiembre.