El Pais (Madrid) - El Pais - Shopping & Style
A la actriz Michelle Jenner le esperan unos meses llenos de estrenos. Con ella hablamos de El Continental, La sombra de la ley y Miamor perdido… entre otras cuestiones.
Detrás de esa apariencia de no haber roto un plato, Michelle Jenner oculta un talento capaz de dar vida a mujeres tan transgresoras como la que presenta en su próximo estreno, La sombra de la ley: una película de gánsteres que no da tregua ni un solo minuto.
Como el mayor espectáculo del mundo, la carrera de Michelle Jenner (Barcelona, 1986) parece seguir a rajatabla un lema: más difícil todavía. Ya nos dejó atónitos cuando encarnó a Isabel la Católica, tras colarse en nuestras vidas con Los hombres
de Paco; ahora volverá a conseguirlo con los trabajos que han ocupado su tiempo (y su mente) durante este año: dos películas (La sombra de la ley y Miamor perdido) y una serie para Televisión Española (El Continental). Creativa, inquieta y siempre dispuesta a dar lo mejor de sí, Michelle crece como actriz asumiendo nuevos retos. Estamos seguros de que, a cada paso que dé, va a dejarnos boquiabiertos con un nuevo triple salto mortal.
Inicias curso con tres trabajos espléndidos… Eso es empezar con muchas ganas.
Llevo un año sin parar, y en esta profesión eso es ya un lujazo. Lo primero fue La sombra de la ley, dirigida por Dani de la Torre: en cuanto leí el guión, supe que quería contar esa historia. Es una película con un estilo personal, no recuerdo que en nuestro país se haya hecho algo así. Luego hice Miamor perdido, de Emilio MartínezLázaro, una comedia de lo más divertida. Y ahora se estrena El Continental, que es otra pasada. ¿Qué supone para ti el comienzo de una nueva temporada? Hay algo que me gusta en eso de volver a empezar, de plantearme nuevas metas, nuevos retos. Es coger una agenda en blanco y comenzar a escribirla. Y no solo en lo profesional, también soy de las que se proponen cosas como ir al gimnasio, no olvidarme de mí misma, hacer aquello que me gusta… Siento que la entrada al otoño supone oportunidades nuevas, aunque bien mirado es absurdo porque las hay todo el año. Esta temporada nos ofreces personajes muy potentes, como Sara, la protagonista de Lasombradelaley. Me atrapó la historia, contar un personaje de una chica que, al inicio de la película, es inocente y soñadora, con unos ideales por los que luchar, pero que la transforman hasta pelear desde un sitio que no siempre es el bueno. Es un personaje tan potente, al que le pasan tantas cosas, que para una actriz es un auténtico regalo. Tienes que enfrentarte a algo nuevo que no has hecho nunca y eso siempre es un plus. Sara traspasa los límites más allá de cualquier justificación… ¿Cómo asumes personajes así? Hay veces que resulta complicado entenderlos, pero sí debes llegar a los sentimientos que tienen. Y eso es lo que más trabajo porque, aunque no tengo un método concreto, intento meterme en su piel. A ella le han pasado cosas que nunca me han ocurrido, pero la forma de expresar ese sufrimiento, esa rabia, esa frustración, es basarme en cosas que he sentido, aunque no en la misma situación.
“SIENTO QUE LA ENTRADA EN EL OTOÑO ME TRAE NUEVAS PROPUESTAS. DE ALGÚN MODO, ES COMO COGER UNA AGENDA EN BLANCO Y COMENZAR A ESCRIBIRLA”
Una actriz es, de alguna forma, una médium que el personaje utiliza para tomar cuerpo y sentimientos… Es verdad, pero los personajes que interpreto no me cambian; sí las experiencias que vivo a través de ellos. No soy de las que se llevan los personajes a casa. Cuando en el rodaje dicen “corten”, yo lo dejo ahí. Sin embargo, forman parte de mí. Y a algunos les coges más cariño por lo que te han hecho sentir mientras los has interpretado. ¿Y nunca has acabado un poco harta de un personaje? No he llegado a eso porque, normalmente, los personajes cambian y evolucionan. Incluso en las series de televisión, donde el trabajo se alarga en el tiempo. Lasombradelaley es una película singular para el cine español: una historia de gánsteres, donde la acción no da tregua ni un solo momento. Yo la he disfrutado ya desde los ensayos. Trabajar con Dani de la Torre es una gozada, es muy cercano y sabe hacerte sentir bien, sabe sacar lo mejor de ti. Ha habido momentos muy cansados, con tanto tiroteo y peleas; sin embargo ha sido muy divertido. Tu personaje conecta mucho con la actualidad a través de ese feminismo que def iende. Han pasado cien años… ¡Y no hemos avanzado mucho! Tú siempre utilizas tu popularidad para defender la igualdad real. Sí, pero no solo como actriz, sino como persona. A mí esto me importa en el día a día y, como gracias a mi profesión puedo servir de altavoz (aunque haya personas que podrían expresarse mil veces mejor que yo), no dudo en hacerlo. Me sale de forma natural, veo lo que han luchado las mujeres de mi alrededor – como mi madre y mi abuela– y todo lo que aún queda por hacer… Me tranquiliza pensar que cada vez hay más gente que toma conciencia del feminismo, y ese es el primer paso para cambiar la situación. ¿Es lento? Desgraciadamente, sí. ¿Cómo lo vives como actriz? Creo que poco a poco van apareciendo personajes femeninos potentes que 4 a antes no existían. Ahora tengo 31 años, pero a ver qué pasa cuando cumpla diez más. Hace falta un hueco para mujeres más maduras, que no seamos siempre la jovencita de la historia. En todas las profesiones se viven actitudes machistas. Que en tu profesión se estén poniendo en evidencia estas conductas ¿hace que algo esté cambiando? Es cierto que algo se está moviendo. Considero importante que aquellas que tenemos mayor visibilidad por nuestra profesión contemos si nos ha pasado a nosotras. Porque no estamos fuera de este mundo. Unirnos puede hacer que las cosas cambien. Pisar fuerte, siendo como deseemos ser, podría ser otro objetivo para este inicio de curso. Eso tiene mucho que ver con tu personaje. No es un camino fácil, está lleno de contradicciones. Fíjate en algo tan cotidiano como las cuestiones estéticas: por ejemplo, a mí me costaría no depilarme las axilas. Veo a otras chicas con vello y no me importa, pero a mí me cuesta. Hasta que llegue el punto de la libertad total, incluso conmigo misma… Te autoimpones una serie de trabas por la educación social que hemos recibido, o por los cánones con los que hemos crecido. Otra contradicción habitual para las actrices: cuando asisto a los premios Goya, ¿por qué me pongo zapatos de tacón, si me duelen los pies y me siento incómoda? Aunque me vea más estilizada con tacones, quiero disfrutar de la noche como hacen mis compañeros masculinos. Ellos pueden bailar si quieren, mientras que yo lo único que deseo es sentarme o irme a casa para ponerme cómoda. En ElContinental, vuelves a romper esquemas dando vida a Andrea,una de las primeras mujeres gánster. Es un personaje fuerte, aunque no tiene nada que ver con
La sombra de la ley. Comparto trabajo con Álex García, que es un mafioso que aparece en la vida de Andrea: ella puede apartarse o meterse de cabeza en el negocio, y eso es justo lo que hace… Es drama con acción, momentos ligeros, música… Estéticamente es brutal. Tengo la sensación de que Michelle Jenner se ha convertido en una actriz todoterreno. Lo que me gusta es enfrentarme a proyectos que se alejen de lo que soy yo, que se conviertan en retos y me ayuden a probar otras cosas. Necesito sentir vértigo ante cada papel, que no sea algo fácil. Pero no creo que ya lo sepa hacer todo, más bien, estoy aprendiendo. Me gusta la sensación de experimentar, también en lo personal. Es una buena terapia meterte en la piel de otras personas y hacer cosas que, de otro modo, no harías. Tienes 31 años y te queda muchísimo por hacer. ¿Qué desearías que fuera lo próximo? Tal vez no sea algo concreto, pero sí algo diferente: un proyecto de terror, un musical… Porque creo que, cuando no estás trabajando, te gusta mucho hacer música. Sí, me gusta cantar. En casa tengo micrófono y mesita de mezclas y hago covers de canciones a nivel personal. En algún trabajo como actriz he cantado, pero no me veo preparada como para dedicarme a la música. La pintura es otro de tus talentos más ocultos. No te creas que es un talento, lo que ocurre es que soy muy inquieta. Pero no tengo paciencia para mejorar. Me da por pintar y me paso dos meses haciéndolo, pero como me cuesta, veo la guitarra y me pongo a tocarla, o a hacer ganchillo… ¿Cómo te ves dentro de 20 años? ¡No lo sé, no miro tan a largo plazo! Querría pensar que seguiré siendo actriz, que seguiré haciendo lo que realmente me gusta. ¿No entra en tus planes dirigir? Pues tengo que confesarte que sí; de hecho, a nivel hobby, tengo unas camaritas y grabo cosas con amigos o sola… Todo lo que sea artístico me atrae. ¿Y cómo es esa Michelle que el público conoce menos? Yo me veo una chica muy normal. No oculto nada. Mi trabajo es como es, pero voy al súper, saco los perros, leo, salgo con mis amigos… como todo el mundo. Vas a acabar el año con el estreno de una comedia romántica, Miamorperdido. Nosotros lo hemos pasado muy bien haciéndola. Es la historia de una pareja que se quiere, pero que llega un momento en el que también se empieza a incordiar. Eso sí, contado desde el humor más absoluto. Y en el mundo en que vivimos, reír siempre está bien.