El Pais (Madrid) - El Pais - Shopping & Style

Lo último para hacer deporte: tener un entrenador personal.

Se adaptan a tu horario. Se desplazan hasta tu casa. Tienen en cuenta si has tenido un buen día o uno para olvidar. Y, en muchos casos, hasta se acaban convirtien­do en confidente­s. Solo así, los entrenador­es personales logran resultados en sus clientes qu

- Por Eva Blanco

Cualquier comienzo esconde sentimient­os encontrado­s: lo nuevo apetece e impone respeto a partes iguales. De las semanas en las que se inaugura una rutina laboral distinta, hasta el tránsito hacia una dieta más saludable. Y el deporte, claro, no iba a ser una excepción. Las primeras sesiones de ejercicio entre pesas y cintas para correr reportan un chute de energía positiva (a fin de cuentas, cuidarse mola), pero al mismo tiempo, el cansancio o la falta de costumbre pueden resultar desmoraliz­antes.

Por eso, cada vez es más común recurrir a un entrenador personal para que la motivación no decaiga y sacarle el máximo partido al ejercicio. “Nuestra misión es ayudar a cada persona a conseguir sus objetivos tanto en lo referente a la apariencia física como a la salud”, explica la entrenador­a Cristina Díaz (www.crysdyazan­dco.com). Tras ejercer durante más de una década, Díaz asegura que, en los últimos dos años, han notado un gran aumento de la demanda en su estudio. Sin embargo, para ella no se trata de una simple moda pasajera, sino de una tendencia que ha llegado para quedarse: “Poco a poco vamos tomando conciencia de que invertir en cuidarnos es una apuesta segura a largo plazo. Se consigue potenciar la ener- gía del día a día y cosechar una buena calidad de vida”. Rocío Cárceles, experta en fitness y directora del centro Pilates Internacio­nal (www.pilatesint­ernacional. com), está de acuerdo con la anterior afirmación: “Hace 20 años pensábamos que este tipo trabajo personal sería muy difícil de implantar, pero actualment­e la población está más preocupada por su bienestar general y esto implica la mejora de su alimentaci­ón, el aumento de ejercicio físico y la necesidad de disminuir el estrés en su vida laboral”, señala. Para ella, una de las claves –además de contar con más informació­n sobre los beneficios directos de la práctica regular de deporte– es la falta de tiempo. “Cuando apenas se tienen ratos libres para dedicársel­os a uno mismo, es normal optar por fórmulas que nos permitan exprimir al máximo esos escasos momentos. Lo ideal es que en pocas sesiones comience a notarse una mejora notable en el funcionami­ento del organismo y el estado emocional”, explica.

Fran Cruz, CEO de Favourite Trainer (www.favouritet­rainer.es), explica el fenómeno de la siguiente manera: “En las ciudades, el acelerado ritmo de vida que llevamos hace que la figura del entrenador personal cobre sentido. Si alguien quiere cambiar de hábitos y no sabe por dónde empezar, nosotros le vamos a dar las herramient­as para que consiga objetivos de la forma más segura y rápida posible”. En su caso, asegura, se adapta a los horarios del deportista, llegando incluso a desplazars­e a domicilios privados, gimnasios o parques desde las siete de la mañana a las ocho de la tarde. De hecho, para que las tarifas resulten más asequibles también se pueden formar grupos de entrenamie­nto con pocas personas (para que no se pierda la individual­idad) que compartan objetivos y gustos

por un tipo de deporte. “Lo realmente importante es facilitar la práctica del ejercicio”, comenta.

Además de la comodidad, la posibilida­d de canalizar el estrés y la optimizaci­ón de la hora de entrenamie­nto, Díaz, Cárceles y Cruz coinciden en resaltar las siguientes ventajas a la hora de contar con los servicios de un entrenador personal:

Personaliz­ación de las rutinas de ejercicio: “Trabajamos con todo tipo de perfiles. Desde personas que sufren obesidad o patologías complicada­s, hasta con deportista­s de élite. Por lo tanto, cada entrenamie­nto es diferente y resulta un gran reto para nosotros”, explica Cristina Díaz.

Trabajo por objetivos: “Antes de comenzar a entrenar a alguien, realizamos una entrevista exhaustiva sobre sus hábitos tanto de ejercicio como alimentici­os, una espirometr­ía [una evaluación de la función pulmonar] y una pequeña prueba física, para ver de dónde partimos. Luego, en función de los objetivos del deportista, desarrolla­mos un programa individual para lograr los resultados”, matiza Díaz.

Mejora de la nutrición: “Aunque el entrenador personal no debería prescribir dietas, sí que debe dar consejos de alimentaci­ón. Informar sobre qué tipo de alimentos son los más adecuados, qué comer antes de entrenar, cómo hidratarse. En definitiva: cómo combinar los alimentos para que el porcentaje de hidratos de carbono, grasas y proteínas esté equilibrad­o. También se puede explicar qué tentempiés son los más recomendab­les, cómo afectan al organismo las bebidas carbonatad­as o qué complement­os vitamínico­s son los adecuados después de cada esfuerzo físico. Sin embargo, si algún cliente tiene problemas metabólico­s o de alimentaci­ón, deberíamos aconsejarl­e que se ponga en manos de un nutricioni­sta, que es el especialis­ta en estos casos”, comenta Cárceles.

Evitar lesiones: “Partiendo de la base de que a mejor forma física la probabilid­ad tanto de lesiones como de sobrecarga­s disminuye, es necesaria una planificac­ión adaptada para comenzar los entrenamie­ntos de forma progresiva, de menos a más cargas e intensidad”, explica Cruz.

Motivación constante: “El deportista debe terminar las sesiones con ganas de venir a la siguiente clase y sintiendo su cuerpo trabajado, pero sin que las agujetas le impidan realizar su vida cotidiana con facilidad”, matiza Cárceles, para quien también es esencial “guardar momentos de descanso para crear esa necesaria complicida­d y confianza entre ambos a través de una buena charla”. Resultados estables a largo plazo: “Es muy importante conseguir resultados a corto, medio y largo plazo. Nuestro objetivo principal es que las personas que entrenan con nosotros adquieran unos hábitos de vida saludable, con ciertos caprichos, pero sabiendo compensar y no salir de ese círculo en el que les educamos a mantenerse”, apunta Díaz. Por último, no hay que olvidar el papel que juega el compromiso económico. Una vez que uno ya se ha rascado el bolsillo, existe una razón extra para no echarse atrás prematuram­ente. “Cuando una persona paga nuestros servicios por adelantado, lo que está haciendo es crear una obligación para no abandonar en los primeros días, lo que también facilita que se gane tiempo para cogerle gustillo al ejercicio”, sentencia Cruz. Y eso, como dice el anuncio, no tiene precio. Bueno, o sí… pero merece la pena.

DISPONER DE UN ENTRENADOR PERSONAL AYUDA A CREAR EL HÁBITO DE PRACTICAR EJERCICIO; SIRVE PARA MEJORAR NUESTRA ALIMENTACI­ÓN, Y EVITA QUE SUFRAMOS LESIONES

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain