El Pais (Madrid) - El Pais - Shopping & Style
Palabra de @shoppingstyleES
Las estábamos esperando con más ganas que nunca y ya podemos gritar a los cuatro vientos: las alfombras rojas han vuelto, aunque con algunos cambios y limitaciones, por exigencias de la pandemia. Las palabras virtual, distancia de seguridad, y mascarilla (eso sí, versión de lujo) han acompañado irremediablemente todos estos eventos. Los Globos de Oro y los Critics Choice Awards, al otro lado del Atlántico, y los Premios Feroz y los Goya, sin salir de nuestras fronteras, han acaparado la agenda mediática de las últimas semanas y nos han dejado un aluvión de estilismos memorables que no veíamos desde hacía demasiado tiempo. Y todas estas galas compartían un denominador común: una organización un tanto particular, alejada del calor del público, que intentaba cumplir con la reducción de aforo. Por ello, los presentadores sí pasaron por la alfombra roja a la vieja usanza, pero los nominados se quedaron esperando pacientemente en casa. Y ahí es donde se descubrió quién se tomaba la etiqueta como una obligación (algunos recibieron el premio con una simple sudadera) y quién lo veía como un gran divertimento. La mayoría de los famosos se posicionaron en el segundo grupo y se aderezaron exactamente igual que lo hacían en tiempos prepandemia: maquillador y peluquero de renombre y estilista de primera para lucir un vestido de impacto. Y a falta de posado oficial recurrieron a sus fotógrafos de cabecera para que sus atuendos quedaran inmortalizados para la posteridad (cosa que todos agradecemos). Y por una vez, la crítica y el público han estado totalmente de acuerdo. Esta edición el nivel de los estilismos ha sido realmente alto. Se nota que, tras un año tan atípico sin grandes acontecimientos, había ganas de darlo todo. Y con la resaca de felicidad de estas imágenes, solo podemos pedir un deseo: que en 2022 los nominados puedan subir al escenario a recoger sus galardones.