Refuerzo de las medidas de seguridad
Las autoridades no habían adelantado anoche ninguna hipótesis sobre los posibles motivos del estudiante para perpetrar la matanza, pero no se ahorraron preguntas sobre cómo obtuvo la licencia para comprar una escopeta de caza. “Nunca pensé que gente tan joven pudiera hacerlo (comprar armas). Hay que aclarar cómo porque debió haber pasado exámenes médicos, psicológicos”, señaló la defensora del menor de Crimea, Irina Kliuyeva.
Mientras, el Gobierno anunció que próximamente presentará un proyecto para reforzar las medidas de seguridad en los establecimientos educativos. El viceministro de Educación, Andréi Nikoláyev, indicó que estas medidas ya se debaten en el Gabinete de Ministros. / EFE localidad de 150.000 habitantes que constituye la puerta de entrada directa de Rusia a Crimea tras la inauguración en mayo de un puente de 19 kilómetros que enlaza la península de Crimea con la provincia rusa de Krasnodar.
Falta de ambulancias
Políticos rusos como el senador Franz Klinzevich y el presidente del Consejo de Estado de Crimea, Vladímir Konstantínov, se apresuraron a señalar hacia Ucrania, antes de que se supiera que el asesino había sido un hombre solo. El Comité de Investigación de Rusia calificó el hecho de terrorismo, pero más tarde cambió esta calificación por la de “asesinato múltiple”, aunque el Comité Nacional Antiterrorista no descarta que hubieran intervenido otros atacantes. El incidente obligó a Rusia a reforzar la seguridad del puente sobre el estrecho de Kerch, donde se incrementaron las patrullas.
La directora del centro docente, Olga Grebennikova, que había salido del mismo poco antes del incidente, concluyó a partir de los relatos de sus colegas y alumnos que la matanza había sido obra de un grupo de personas y estableció un paralelismo, que luego no se confirmó, con el secuestro de rehenes ocurrido en Beslán (Osetia del Norte) en 2004. “Tirotearon a todos mis colaboradores”, concluyó Grebennikova. Otros relatos de testigos describían la matanza como el resultado de la acción de un grupo armado. Para socorrer a los heridos, faltaban ambulancias y hubo que recurrir a furgonetas particulares para llevar a la gente al hospital.
Rosliakov tenía licencia de armas de caza desde el 8 de septiembre y hace varios días compró 150 cartuchos del calibre 12 para su fusil. Fue descrito por sus compañeros como un joven poco comunicativo. En lo que parece ser su página en una red social rusa (hay varias personas con el mismo nombre), Rosliakov colgaba imágenes de soldados armados junto con el águila bicéfala rusa y la bandera de San Andrés y se perfilaba como un simpatizante de Novorossia (Nueva Rusia), el concepto histórico al que Moscú recurrió en 2014 para atraer a Crimea y al Este de Ucrania. Un conocido suyo citado por el medio ruso RBK dijo que el joven odiaba el centro por sus malos profesores y había insinuado que se vengaría.