30 gramos para mayores de edad
“La legalización del cannabis no significa que sea una sustancia inocua. Debemos insistir en ello. Hay varios productos legales, como el azúcar y el alcohol, que sabemos que tienen consecuencias. Ahora bien, legalizar la marihuana es una medida positiva simplemente porque la prohibición ha sido peor”, afirma Jean-Sébastien Fallu, experto en adicciones en la Universidad de Montreal.
Esta postura no es compartida por otros especialistas en adicciones. La Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Crimen (UNDOC) remitió ayer a un comunicado, en el que rechazaba la iniciativa. “Esta decisión contraviene los postulados de las convenciones para el control de las drogas, y mina el marco legal internacional sobre el control de drogas”, afirmó. Y criticó que, dado el historial de Canadá en la lucha contra los estupefacientes ilegales, debería haber actuado conforme a las directrices internacionales. Compradores. La ley de Canadá establece que los compradores tienen que ser mayores de 18 años. Quebec plantea subirlo a los 21 años.
Cantidad. Cada comprador podrá adquirir un máximo de 30 gramos. En provincias como Terranova no se podrá consumir en lugares públicos, en otras sí.
Domicilio. La ley permite que se tengan hasta cuatro plantas en una vivienda.
Establecimientos. La venta en algunos Estados estará en manos de empresas privadas. En otros se abrirán despachos públicos.
Abstinencia. Los distintos Estados del país han establecido periodos de abstinencia a policías y otros empleados públicos, que van desde los 28 días a otros en los que simplemente se les pide ir sobrios a trabajar.
El Panel Internacional de Control de Narcóticos (INCB por sus siglas en inglés, independiente pero vinculado a la UNDOC) también reiteró su rechazo a la decisión del Gobierno de Justin Trudeau. Con la medida, Canadá contribuye a “debilitar el marco legal internacional para el control de drogas”, afirmó, e incumple los tres convenios sobre drogas de la ONU. Pero, además, destacó su preocupación por el “impacto en la salud pública, especialmente de los jóvenes, que pueden tener estas decisones políticas”. En este terreno, François Legault, primer ministro quebequés, declaró que presentará un proyecto de ley para elevar la edad a 21 años en su provincia desde los 18 que estipula la ley estatal. Aduce que eso es lo que recomienda la Asociación Médica Canadiense por el impacto de las sustancias en el desarrollo cerebral de los jóvenes.
Ignacio Calderón, vicepresidente de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD) española, recela del mensaje que puede darse de que se trata de una sustancia de poco riesgo, y que la sitúa al nivel del tabaco y el alcohol. Francisco Pascual, presidente de Socidrogalcohol, coincide y destaca que tiene “riesgos físicos y psíquicos”. “Legalizar el uso recreativo es una barbaridad”, zanja Calderón. “Esto es como la OTAN; de entrada, no”, afirma Pascual. Por su parte, el Ministerio de Sanidad español manifestó ayer que una legalización de la marihuana recreativa “no está en la agenda”, informa Emilio de Benito.
Otro aspecto que ha provocado debates en Canadá es qué ocurrirá con los individuos que tuvieron un expediente criminal por posesión antes de la legalización. Ayer, un funcionario federal declaró que se eliminarán los antecedentes penales a quienes fueron condenados y cumplieron condena por posesión de hasta 30 gramos de marihuana, que ahora es el límite legal. Unas 500.000 personas están en esta situación. Ayer, en un tuit, Trudeau resumió los objetivos de la medida: “Beneficios fuera del alcance de los delincuentes. Más protección para nuestros niños. Hoy, Canadá legaliza y regula estrictamente el cannabis en todo el país”.