El Pais (Valencia)

“Nada ha cambiado, si quieres ganar ya sabes qué hacer”

- DAVID ÁLVAREZ,

Floyd Landis (Farmersvil­le, EE UU, 43 años) ganó el Tour de Francia el 23 de julio de 2006, una edición que ese día aún estaba marcada por su portentosa exhibición de tres días antes, cuando venció en Morzine después de una escapada de 130 kilómetros. Pero el 27 de julio se supo que había dado positivo por testostero­na en esa misma etapa y empezó a perder un maillot amarillo que le duró cuatro días. Emprendió una larga batalla legal que lo dejó derrotado, arruinado y solo, bebiendo una botella de whisky al día en una cabaña en el monte. También denunció a Lance Armstrong, y esa pelea la ganó. El texano vio esfumarse sus siete Tours y Landis, ya con nueva novia después de su divorcio, padre y con un negocio de productos contra el dolor elaborados con cannabidol, Floyd’s of Leadville. Después de todo eso, Landis vuelve al ciclismo patrocinan­do en Canadá un equipo de categoría continenta­l, una especie de segunda división profesiona­l, y conversa con EL PAÍS por teléfono.

Pregunta. ¿Por qué después de tanto tiempo huyendo del ciclismo decide meterse ahora en un equipo?

Respuesta. El ciclismo en Norteaméri­ca está sufriendo por la falta de financiaci­ón. Pensé que sería divertido participar en un equipo de corredores jóvenes, en formación. Es un nivel distinto. Son corredores jóvenes que disputan carreras de categoría continenta­l. El circuito World Tour de las carreras europeas [primera división] todavía es una gran decepción para mí. Pero me gusta estar con los chicos jóvenes y darles consejos.

P. ¿Ha pensado qué hará si sus ciclistas encuentran un entorno de dopaje como el suyo?

R. Intentamos crear una situación en la que les podamos aconsejar en las decisiones que tendrán que tomar. Pero en el nivel continenta­l no creo que sea mucho problema. El dopaje no es una necesidad como sí lo es en Europa. No les voy a animar a ir a correr al nivel WorldTour, pero si lo hacen tendrán que enfrentars­e a esas decisiones. Y creo que podremos darles algunos buenos consejos. Aunque dependerá de ellos.

P. ¿Qué les diría si fueran a competir en WorldTour?

R. Les diría: “Mira, esto es lo que te vas a encontrar, estas son las decisiones que vas a tener que tomar. Teniendo en cuenta todo lo que me pasó a mí y a los ciclistas del US Postal, es una mala decisión usar drogas, pero por otro lado, es la realidad que hay”. Pero al nivel que van a competir vamos a animarles a hacerlo del modo correcto.

P. ¿Usará para el equipo el dinero que le ganó a Armstrong [unos 960.000 euros]? Rusa y su laboratori­o. La única gente a la que se le pidió cuentas fue a los deportista­s, y eso es completame­nte injusto. [Valverde] Tiene razón: no debería tener que hablar hasta que la AMA hable de su corrupción. El Comité Olímpico usa a los deportista­s como mercancía, como algo desechable. Así que pensar que él tiene que hablar de eso, con ese nivel de corrupción, y cargar con la culpa, es injusto y es una tontería.

P. ¿Qué sentimient­os le ha dejado su propio caso?

R. Durante mucho tiempo sentí que todo había sido injusto. Y aún hoy: es injusto, pero ha pasado suficiente tiempo y estoy bien. Pero la parte triste es que mi carrera fue destruida y la carrera de Armstrong fue destruida. Y nada cambió, porque la AMA no quiere que cambie.

P. La universida­d de Yale le rechazó por su pasado. ¿Se puede empezar de cero?

R. Es imposible. Cuando la prensa decide que eres culpable te destruye la vida y no hay nada que puedas hacer para deshacerlo. Yo estoy en una buena situación, tengo un buen negocio y he entendido cómo manejarlo. Pero otras personas no han tenido tanta suerte. Algunos están muertos por ese tipo de humillació­n pública. El corazón del problema es que al Comité Olímpico no les preocupa nada la salud de los deportista­s.

P. ¿Le quedan buenos recuerdos de cuando corría?

R. No pienso mucho en ello, porque viene con muchas experienci­as malas, está todo demasiado mezclado. Disfruté corriendo en bicicleta, vi mundo, pero la parte de la competició­n me parece una basura.

P. ¿El sistema no ha cambiado nada?

R. Es imposible que cambie. No hay nadie que pueda pedirles cuentas. Mientras los ciclistas sigan sufriendo por ello, seguirá siendo injusto. En algún momento la gente debería fijarse en la realidad, que es que el sistema se construyó para que la gente que está en la cima no deba rendir cuentas nunca.

P. ¿El ciclismo es igual que en 2006?

R. Por supuesto que lo es. Cualquiera con dos ojos puede verlo.

P. Han pasado más de 10 años. ¿Cómo se imagina los próximos diez?

R. Mucho mejor. Tengo una hija de cuatro años, y a mi novia. Tengo un buen negocio. Me centro en eso e intento no pensar mucho en las carreras. Creo que el equipo ciclista será una cosa positiva para compartir con los chicos jóvenes mis experienci­as y las decisiones que tomé.

P. ¿Ha pensado en cómo será cuando su hija crezca y le pregunte por su pasado?

R. No me preocupa nada. Le diré las decisiones que tomé y por qué. Teniendo en cuenta cómo funciona el ciclismo profesiona­l, no había otra opción. Si quieres correr en bicicleta y ganar carreras grandes, ya sabes qué hacer. Nada ha cambiado. A mí me castigaron por ello. Mi hija va a ser lo suficiente­mente lista para entenderlo. No me preocupa.

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