Berkeley cae en Bolsa un 44% por las dudas sobre su mina en Salamanca
La compañía energética australiana Berkeley cayó ayer un 43,84% en Bolsa por las dudas sobre su proyecto de construcción de una mina de uranio en Retortillo (Salamanca). La agencia Reuters informó el martes pasado de que el Gobierno se opone al proyecto de la empresa.
Berkeley pretende abrir la que sería la única explotación a cielo abierto de uranio de Europa occidental. La mina cuenta con autorizaciones de la Junta de Castilla y León (de impacto ambiental) pero le faltan otros permisos clave para operar. La autorización previa que le dio el Ministerio de Industria en 2015 está recurrida en la Audiencia Nacional, a la espera de sentencia.
La empresa informó ayer a la CNMV que no sabía nada sobre la supuesta suspensión del proyecto. Una portavoz del Ministerio de Transición Ecológica manifestó su “sorpresa” por las informaciones y negó que se haya tomado la decisión de paralizar la mina. “Seguimos a la espera del informe que está elaborando el CSN”, añadió. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, manifestó recientemente en el Congreso sus dudas sobre las autorizaciones del proyecto. Sin embargo, su departamento no ha ordenado al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que paralice la tramitación, ni este ha emitido un informe negativo, por lo que el proceso de licencia sigue adelante.
Pendiente desde 2014
El CSN lleva al menos desde 2014 evaluando la solicitud de autorización de construcción, que en última instancia tendría que aprobar o denegar el Gobierno. A lo largo de estos años el CSN ha ido pidiendo información adicional a Berkeley pero no ha llegado a ninguna conclusión.
El CSN es consciente desde 2014 del problema que supone almacenar los residuos radiactivos que genere la planta en los depósitos del hueco de la mina, sobre el que recientemente el Ministerio de Transición Ecológica pidió un informe.
Berkeley, de matriz australiana, debutó en el mercado continuo español en julio pasado con una subida la primera jornada del 52%. En agosto la CNMV alertó de que el elevado precio era anómalo.