Y ahora, ¿qué?
La primera ministra británica, Theresa May, ha pospuesto la votación en el Parlamento sobre su acuerdo del Brexit en busca de garantías adicionales por parte de la UE que convenzan a los legisladores más escépticos. Londres no puede ratificar ningún acuerdo de retirada sin el consentimiento parlamentario. ¿Qué pasa ahora?
De vuelta al Parlamento. El Gobierno ha dicho que tiene la intención de que se celebre la votación antes del 21 de enero. Por ley, si la votación se lleva a cabo y el acuerdo es rechazado, la primera ministra tiene 21 días para indicar cómo pretende proceder. El Ejecutivo ha descartado la opción de intentar eludir el Parlamento y avanzar hacia una salida del club comunitario sin acuerdo. May dimite. May podría dimitir como líder del Partido Conservador y como primera ministra, con lo cual desataría una lucha interna para reemplazarla sin convocar elecciones generales.
Los ‘tories’ fuerzan la renuncia. Si 48 de los 315 legisladores conservadores quieren que la premier se vaya, el partido celebraría una votación por el liderazgo. Si May pierde, habría una competición interna para reemplazarla sin una elección general. Moción de censura. El Partido Laborista podría presentar una moción de no confianza, equivalente a la moción de censura, para intentar hacerse con el control del Gobierno sin necesidad de llamar a elecciones. Si la mayoría del Parlamento vota contra May, los laboristas tendrían 14 días para demostrar, por medio de una votación, que pueden formar su propio Gobierno.
Elecciones generales. Si el Gobierno de May pierde la moción de censura y el laborismo no puede formar Gobierno, habría elecciones generales. La primera ministra también podría convocar a las urnas si dos tercios de los legisladores lo aceptan.
Un segundo referéndum. Se puede convocar una nueva consulta solo si el Parlamento lo aprueba. Pero con May en contra de un segundo referéndum y sin el compromiso del Partido Laborista de apoyar una hipotética consulta, una segunda votación requeriría un cambio de primer ministro, un cambio de Gobierno o un cambio político abrupto.
Un grupo cada vez más estridente de legisladores de todo el espectro político apoya una nueva consulta para romper el punto muerto en el Parlamento. Sin embargo, aún no han podido demostrar que hay una mayoría en la Cámara de los Comunes para lograrlo. Incluso si el Parlamento estuviera de acuerdo en principio con un segundo referéndum, Reino Unido tendría que solicitar una extensión del calendario para salir de la UE.
Cancelar el divorcio. El Gobierno podría tratar de extender el período de negociación con la UE y así tener tiempo para tratar de lograr un mejor pacto, celebrar elecciones o llevar a cabo un segundo referéndum. El Ejecutivo también podría dar marcha atrás en su intención de dejar la UE. El Tribunal de Justicia Europeo ha dictaminado que Reino Unido puede hacerlo sin el consentimiento de otros países de la UE. Pero May ha dicho que no quiere retrasar ni cancelar el divorcio.