La justicia europea avala la compra de activos de Draghi
El Tribunal de Justicia de la UE ha zanjado la cruzada de varios políticos ligados a la derecha alemana contra el programa de compra de activos del Banco Central Europeo (BCE). El presidente del organismo, Mario Draghi, sale victorioso de la batalla al dictar la
Los jueces de la UE consideran en la sentencia que el programa forma parte de la política monetaria, que “es competencia exclusiva de la Unión respecto a los Estados miembros cuya moneda es el euro” y concluye que respeta el “principio de proporcionalidad”.
La compra de bonos soberanos ha sido una de las herramientas que ha usado Draghi para inyectar al mercado más de 2,5 billones de euros. Tras varias prórrogas, el BCE prevé poner el punto final al programa este mes.
Antes de que eso ocurra, el Tribunal de la UE ha resuelto una cuestión prejudicial planteada por el Tribunal Constitucional alemán, al que recurrieron un grupo de “particulares”, entre los que figura el economista y fundador del partido ultraderechista Corte de Luxemburgo, en un auto conocido ayer, que el programa, que culmina este mes, “no excede el mandato del BCE”. La institución, dijo una portavoz, “toma nota” de la sentencia que avala “una medida de política monetaria que no viola las disposiciones de la legislación de la Unión Europea”.
Alternativa para Alemania (AfD) Bernd Lucke y el exdiputado de la CSU Peter Gauweiler. Estos argumentaban que el BCE se había excedido en su mandato al infringir el reparto de competencias entre la Unión y los países miembros y que el Parlamento federal se había quedado con los brazos cruzados ante esa posible vulneración. La corte de Karlsruhe planteó a Luxemburgo si el BCE estaba excediendo su mandato.
El BCE, estima el tribunal, tiene como objetivo la estabilidad de precios. También recuerda que la crisis dejó a la economía al borde de la deflación, por lo que el Eurobanco adoptó en 2015 un programa de adquisición de bonos soberanos para volver a tasas de inflación próximas al 2%.
El Tribunal señala que esas adquisiciones
masivas facilitaron el acceso a la financiación necesaria para expandir la actividad económica, de modo que bajaron los tipos de interés reales y la banca comercial pudo conceder más créditos. Y ello, añade, apuntaló el consumo de los hogares y la inversión. Por esto, excluir la posibilidad de que el BCE pueda adoptar esas medidas podría “obstaculizar seriamente” la misión para la que se creó.
La justicia europea tampoco considera que el BCE haya concedido ninguna suerte de crédito a los Estados con su programa, puesto que no equivale a comprar bonos en el mercado primario ni “neutraliza” los incentivos para aplicar una política presupuestaria sana, como denunciaban los particulares alemanes.