El cine de superhéroes es inmune a la kryptonita
Los justicieros copan siete de los 11 filmes más taquilleros de 2018. ‘Black Panther’ es una de las favoritas a los Oscar “Están para quedarse y crecer. Hemos visto la punta del iceberg”, opina un experto
En 2013, Steven Spielberg hizo un pronóstico que causó revuelo: “Las películas de superhéroes conllevan un peligro. Habrá una implosión y hasta seis producciones se estrellarán. Eso cambiará el paradigma”. En 2015, aclaró su predicción: “El género sigue vivo, pero estos ciclos de cultura popular terminan”. Tres años después, Hollywood no ve el final. Los superhéroes protagonizan siete de los 11 filmes más vistos en 2018 y empujaron a la taquilla mundial a un récord. Las franquicias de justicieros suponen un arma empresarial en plena guerra entre Disney y Netflix. Y Black Panther ha sido el primer filme de superhéroes que compite como mejor película en los Globos de Oro, antes de entrar de lleno en la carrera al Oscar.
Todo ello se ha logrado sin Batman, Superman ni Spiderman. En EE UU, el monarca africano se coronó en la cartelera. Black Panther superó los 700 millones de dólares (unos 615 millones de euros), la tercera película más taquillera de la historia del país. La obra de Ryan Coogler se erigió, además, en fenómeno cultural, con su reparto casi íntegramente negro.
“La diversidad ha sido tímidamente reflejada. Nos falta un superhéroe homosexual, una musulmana como Ms. Marvel y solo ahora tendremos una superheroína protagonista en Marvel. Estamos arañando las fronteras”, explica Julián Clemente, editor de Marvel en Panini España: “Los Oscar serían el reconocimiento de un mundo ajeno, pero son ellos los que necesitan al género”, añade. Tanto que la gala quiere a los actores de Los Vengadores para repartir premios.
Para Disney, propietaria de Marvel, es más relevante la recaudación global, donde destaca, con 1.800 millones de euros, Vengadores: Infinity War. Suya es una de cada cuatro películas que ven los estadounidenses. El resto de productoras se reparten los primeros puestos. Los Increíbles 2, de Pixar, es cuarta, seguida por Aquaman, de Warner/DC; Venom, de Sony, y Deadpool 2, de Fox. “El público es cautivo de la marca. Cualquier cosa vende”, explica Álvaro Pons, autoridad del cómic en España. “Incluso Venom, la peor película de Spiderman, supera 750 millones”, subraya Clemente. La calidad no importa tanto. En España, Superlópez es también la segunda película patria más vista de 2018, aunque con tono de comedia. “Infinity War es nuestro El imperio contraataca, pero su recaudación podrá ser superada”, prevé Clemente. Aquaman, cerca de ser la adaptación DC más taquillera, prueba que incluso un personaje parodiado hasta la saciedad triunfa. Tras quemar las primeras espadas, las empresas rebuscan en el armario. “El espectador piensa que debe verlo. Las empresas escogen a los personajes que más se adaptan a los efectos especiales y al merchandising. El capitalismo no entiende de ideologías; se hará feminista y antirracista”, dice Pons. El epicentro es el cómic, pero ya complementario. “Vamos a la historia transmedia. Te obligarán a ver la serie y jugar al videojuego para conocer la línea argumental. Los superhéroes están para quedarse y crecer. Hemos visto la punta del iceberg”, opina Pons. Quizás hasta llegue un filme intimista con mallas y capas. O una cinta sin supertipo.