El Gobierno sufre su peor derrota en el Congreso por la ley del alquiler
Los tres precedentes
No fue un farol ni una simple táctica negociadora. Podemos anunció que rechazaría el decreto ley sobre alquiler de viviendas si no establecía límites a los precios y ayer cumplió su palabra. El partido de Pablo Iglesias infligió una severa derrota al Gobierno,
La pantalla en la que aparece el resultado de las votaciones del Congreso se puso de color rojo en la tarde de ayer. En términos futbolísticos, el resultado global de las iniciativas aprobadas y rechazadas fue 7-1, pero dirigentes del PSOE teñían ese comentario de resignación después de que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, anunciase que el decreto ley del alquiler no había sido convalidado. Fueron 243 votos en contra y 103 a favor, en lo que supone una severa derrota para el Ejecutivo de Sánchez. Los otros siete reales decretos ley sometidos a convalidación se aprobaron con holgura, algunos por unanimidad como el alza del salario de los funcionarios. Podemos tumbó la nueva normativa de vivienda, pero su apoyo al Gobierno en el resto de asuntos sigue ahí. “La voluntad de diálogo sigue intacta, no entremos en otros escenarios”, afirmó el diputado de Podemos Rafael Mayoral para subrayar así que el respaldo a los Presupuestos está intacto.
El rechazo al decreto ley del alquiler estaba cantado desde el principio. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, subió a la tribuna de oradores con el convencimiento de que su defensa del texto no iba a cambiar el voto de Unidos Podemos, ya que momentos antes, en los pasillos del Congreso, su portavoz, Irene Montero, había anunciado que no se contara con su grupo para aprobar una ley que no permite poner topes a los precios de los arrendamientos. También votaron en contra el PP, Ciudadanos, ERC y Bildu; a favor, solo el PSOE, Coalición Canaria, Compromís, PDeCAT y el PNV.
Los trabajos previos para forjar alianzas fracasaron. Una y otra vez el grupo confederal de que aun así logró aprobar el alza de los sueldos de los funcionarios y de las pensiones. El Ejecutivo no ve jurídicamente posible atender la petición de limitar los precios del alquiler, aunque la decisión de su presidente, Pedro Sánchez, es presentar una ley de vivienda “con marcado carácter social”.
Unidos Podemos trató de que entre los muchos aspectos de la norma sobre alquileres se incluyera la facultad de los ayuntamientos para limitar los precios, tal como había acordado Pedro Sánchez con Pablo Iglesias. Tras esa derrota, fuentes del Gobierno señalaron de inmediato que Sánchez había dado instrucciones para empezar a trabajar en una ley estatal de vivienda “con marcado carácter social”. Pero tampoco esa normativa tendrá una tramitación apacible: partidos como PDeCAT estaban ya “al límite” de lo asumible en el decreto ley del alquiler y,
para dar el visto bueno a la ley de vivienda, reclaman no incrementar el grado de intervención en ese sector. El Gobierno deberá hacer equilibrios entre las exigencias de Podemos y las de los independentistas.
La regulación del alquiler es una demanda cada vez más amplia ante la constante subida de los precios, más aún ante la cercanía de las elecciones municipales, autonómicas y europeas. Esa bandera la ha cogido con fuerza Unidos Podemos y el Gobierno, tras su derrota de ayer, se dispone a buscar fórmulas, con una Con la derrota del decreto ley de vivienda son cuatro las normas de este rango derrotadas por el Congreso desde 1976. La más relevante fue la que sufrió Mariano Rajoy en 2017 sobre la reforma del sector de la estiba. La anterior se produjo en 2006, con José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa, cuando unos diputados socialistas se equivocaron al votar sobre los tipos impositivos del tabaco. En 1979 se rechazó la convalidación de un decreto de Adolfo Suárez que prorrogaba la actuación de la Junta Central de Acuartelamiento. nueva ley. No descarta encontrar fórmulas inmediatas por la vía de los presupuestos, a través de incentivos fiscales. Todo con tal de que Podemos no le lleve la delantera en este terreno. Algo menos de dos horas después de la votación, desde Moncloa se transmitió un comunicado por el que se anunciaba que “sigue trabajando” en una nueva ley de vivienda que incluya la creación de una estadística oficial de alquiler más transparente, además de “instrumentos legales que eviten que los fondos buitre se queden con las viviendas sociales, así como la creación de 20.000 nuevas viviendas públicas”.
Estos aspectos no son nuevos. Están contenidos en el decreto que el Gobierno no consiguió convalidar. Pero su reiteración obedece al interés del Ejecutivo de demostrar que quiere intervenir en ese mercado, aunque no menciona la posibilidad de topar el precio de los alquileres. Haga lo que haga, cualquier ley de vivienda requerirá del apoyo de otros grupos parlamentarios, por lo que de nuevo tiene que empezar la negociación con Podemos y los nacionalistas. Para el primer grupo, sí es