El fiscal pide medidas cautelares para el exjefe de la policía
El pasado jueves, el comisario jubilado Eugenio Pino, máximo jefe operativo de la policía entre 2012 y junio de 2016, manifestó: “La Operación Kitchen no existe”. Ayer, el más alto mando policial durante la etapa del popular Jorge Fernández Díaz al frente del Ministerio del Interior declaró durante cuatro horas sobre esta trama de espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas durante el caso Gürtel. Al terminar el interrogatorio, los fiscales Ignacio Stampa y Miguel Serrano solicitaron para él medidas cautelares para evitar que se sustraiga a la acción de la justicia.
Los fiscales pidieron al juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón que Pino entregue su pasaporte, que le prohíba salir de España y que comparezca cada quince días en el juzgado más próximo a su domicilio. Al abandonar la sede judicial y preguntarle los periodistas si seguía manteniendo que la trama, en la que supuestamente tenía un papel destacado su subordinado José Villarejo, hoy en prisión, no existe, Pino se limitó a encogerse de hombros.
El juez instructor deberá decidir, previsiblemente hoy, sobre la petición de los fiscales, que es idéntica a las solicitadas para el comisario Andrés Gómez Gordo y para el exchófer de Bárcenas, Sergio Ríos, pieza clave en el espionaje al antiguo responsable de las finanzas del PP. Para estos dos últimos, el juez García-Castellón decretó las medidas cautelares que solicitó la Fiscalía.
Abogado compartido
Eugenio Pino comparte abogado, Aitor Martínez, con otro alto mando policial implicado en la trama, el comisario Enrique García Castaño, conocido en el cuerpo como El Gordo. Tanto este como el propio Villarejo reconocieron en sus declaraciones de los últimos días que la Operación Kitchen se financió con fondos reservados, pero que el objetivo del dispositivo policial no era espiar a Bárcenas para frustrar el caso Gürtel sino localizar una supuesta fortuna oculta de este. Ambos recalcaron que cumplían órdenes. Su superior jerárquico era el propio Pino, que a su vez era el supuesto jefe de la brigada patriótica, el grupo de policías que realizaban investigaciones sin control judicial sobre adversarios políticos del PP. Fuentes de la investigación no descartan que en los próximos días el juez realice nuevas citaciones.