Un desliz marcó su efímero liderazgo
En una de sus primeras entrevistas como candidata, Beitia alimentó una polémica más con unas declaraciones a Onda Cero en las que afirmó: “Se debe tratar igual a un animal, mujer u hombre maltratado”. La polvareda fue tal que tuvo que corregir sus palabras, mientras el PP aseguraba que se había tratado de “un error sacado de contexto, que respondía a los nervios del momento”. Desde entonces, no volvió hacer ninguna declaración pública. En la nota en la que se comunica su renuncia, el PP advierte que Beitia tampoco va a dar explicaciones y pide que “se respete su decisión”.
de que la exatleta “era la mejor candidata”. Aun reconociendo que la designación a dedo de Beitia era “completamente legítima”, admitía que la decisión del equipo de Casado había provocado “ciertos problemas, que necesitan de un tiempo para que todo cure”.
Lucha interna
La lucha interna en el PP cántabro venía de lejos, desde su último Congreso regional, en 2017. Sáenz de Buruaga ganó por tan solo cuatro votos de diferencia al expresidente del Gobierno regional Ignacio Diego, que había sido su mentor y que estaba apoyado por, entre otros, la propia Ruth Beitia. Entre acusaciones de pucherazo, el proceso acabó judicializado y aún está pendiente de la decisión de los tribunales.
En el proceso abierto el pasado verano para elegir al sustituto de Mariano Rajoy al frente del PP, Buruaga apoyó a la rival de Casado, la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Saénz de Santamaría, mientras que el sector de Diego se considera como más próximo al ahora líder nacional del partido, que incluyó a Beitia entre las caras nuevas de su ejecutiva. Esa circunstancia alimentó las suspicacias sobre los motivos para apartar a Buruaga de la candidatura a las elecciones autonómicas, aunque el PP niega oficialmente que la designación estuviese relacionada con la batalla por el liderazgo nacional. El partido argumentaba que la alcaldesa de Santander, Gema Igual, también apoyó a Santamaría y mantuvo su puesto como candidata.