Un proceso escalonado para que el consumidor se adapte
La directora de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, Marta García Pérez, destaca que con este convenio se cierra una negociación que “ha conseguido reunir a todas las empresas de cada sector, donde las grandes han tirado de las pequeñas”. García Pérez asegura “que en ningún otro país ha habido acuerdos tan potentes”, en los que se haya negociado con tantos sectores y llegado a
y un 5% en galletas, bollería y derivados cárnicos.
“Europa tiene uno de los niveles de seguridad alimentaria más altos del mundo, pero tenemos el reto de combatir la obesidad”, aseguró la ministra, María Luisa Carcedo, tras la firma. “Las dietas poco saludables causan más muertes y enfermedades en todo el acuerdos numéricos “hasta el decimal”, lo que “hará muy fácil el seguimiento después”. Además, señala que empresas de distribución y restauración colectiva y social (cáterin, comedores de empresa) también han firmado el acuerdo. Así como las que se dedican a las máquinas dispensadoras.
Como consecuencia del convenio, la industria debe reformular procesos (por ejemplo, para sustituir el azúcar), y
mundo que el consumo de alcohol, tabaco y drogas”, añadió.
El acuerdo forma parte de la Estrategia Naos (Nutrición, Actividad física, prevención de la Obesidad y Sedentarismo) que inició el ministerio en 2004 y tiene como base la autorregulación del sector para conseguir dietas más saludables, pero esta vez con mayor concreción el consumidor tendrá que adaptarse a productos con otro sabor. En este aspecto, afirma García Pérez, es importante que todas las empresas de un mismo sector estén en el acuerdo, porque así se evita la competencia entre ellas, es decir, que unas sigan vendiendo productos que no se hayan adaptado a los cambios. Por ejemplo, ofreciendo galletas más dulces cuando las demás compañías reducen el azúcar. Por eso, la reducción de los componentes menos saludables será gradual y pasados dos años se revisará todo. De esa forma el consumidor se irá acostumbrando el gusto.
en los objetivos (en 2004 se estableció la reducción de la sal en el pan en un 18%, 4 gramos por kilo en cuatro años).
“Hay que destacar el esfuerzo de las empresas que asumen este plan que pone al consumidor en el centro de su actividad”, dijo el presidente de FIAB, la Federación Española de Industrias de Alimentación