El apoyo al independentismo catalán abre un cisma en el PEN Internacional
Vargas Llosa anuncia su renuncia irrevocable a la entidad mundial de escritores
El PEN, la gran organización de los escritores en todo el mundo que vela por sus derechos y su libertad de expresión, se fracturó ayer profundamente a causa del apoyo de la asociación a las tesis independentistas catalanas. Diversos miembros, entre ellos, el premio Nobel Mario Vargas Llosa, manifestaron su malestar por las iniciativas del PEN Internacional y el catalán, mientras que la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE) —que sustituye al PEN España, que en este momento no existe— publicó un durísimo texto “contra el falseamiento de la realidad”.
La reacción más contundente fue la de Vargas Llosa, presidente de 1977 a 1980 del PEN Internacional y que hasta ahora era presidente emérito de la entidad, que envió su renuncia irrevocable a la presidenta del PEN Internacional, Jennifer Clement. Vargas Llosa ya había salido al paso de un texto publicado el 11 de enero en la web del PEN de EE UU que cuestionaba la existencia de libertad de expresión en España. Añadió ayer como motivo de su renuncia la declaración efectuada el lunes por la entidad pidiendo la libertad de los políticos presos Jordi Cuixart y Jordi Sànchez, en una apelación a su más que discutible condición de escritores.
La declaración había sido presentada en Barcelona por Clement y por el director ejecutivo del PEN Internacional, el escritor catalán afín al procés Carles Torner. Vargas Llosa considera “una vergüenza” que la organización “haga suyas las patrañas del centro catalán, un órgano militante del independentismo de Cataluña, que viene llevando a cabo una campaña internacional de desfiguración de la verdad”.
Entre las voces que se alzaron ayer contra esas iniciativas figura la del escritor mexicano Homero Aridjis, que fue presidente del PEN Internacional, quien consideró que el asunto “es de carácter político y no se trata de una violación de la libertad de expresión de los profesionales de la palabra”. Aridjis dijo que, “como tal, no compete al PEN meterse en este conflicto”. Y añadió: “He visto que el Centro México es uno de los 14 que han firmado el comunicado de denuncia. Yo soy miembro del PEN México y nadie me pidió mi opinión”.
Uno de los cinco escritores sin cargos en el PEN que firma la declaración a favor de Cuixart y Sànchez es Suso de Toro. El autor se reafirma en su apoyo: “Mi visión es que lo que pasa en Cataluña no es un asunto local y constituye a numerosos centros del PEN, entre ellos algunos latinoamericanos, presentado a España como un país que atropella la libertad de expresión y encarcela a los escritores críticos y disidentes.
Todo eso es de una falsedad esencial, obra de quienes, en su afán sedicioso de independizar Cataluña, no vacilan en mentir. El independentismo catalán goza de todos los derechos democráticos para expresar sus puntos de vista con el apoyo de periódicos, estaciones de radio y de televisión, que se difunden en todo el país con la más irrestricta libertad. Quienes están presos o fugados y que van a ser juzgados por el Tribunal Supremo, no lo están por lo que creen y defienden, sino por haber sido parte activa de un intento de golpe de Estado que, en contra un ataque a los derechos civiles por parte del Estado español”. De Toro consideró oportuno y “para nada improcedente” que el PEN defienda a los dos presos, “aunque es cierto que en rigor no son escritores”. El autor, que conoce a Cuixart, subrayó a EL PAÍS que no habla en defensa de las tesis independentistas, sino “en contra de que se violente la libertad de expresión”.
Posición partidista
La ACE considera un “falseamiento de la realidad” la campaña que está llevando a cabo el PEN. Apunta que “la verdad ha sido agraviada” e insta al PEN “a rectificar sus afirmaciones recientes” y a evitar “el error de asumir posiciones partidistas que quiebran el principio de objetividad”. Destaca la ACE que España “es una democracia europea perfectamente consolidada, respetada por la Unión Europea y miembro del Consejo de Europa, en la que la libertad de expresión está protegida por los tribunales de justicia y los excesos gubernamentales, cuando se producen, tal y como ocurre en cualquier país, son corregidos”.
Subraya, además, que la actuación del PEN Internacional “revela o bien un gran desconocimiento de la situación en toda España o bien la decidida voluntad de alineamiento con las posiciones de quienes en el último año han vulnerado reiteradamente la Constitución”. La ACE recalca que “en España no hay escritores ni periodistas presos por sus ideas”.
Cuixart y Sànchez, aclara el texto, “están acusados de graves quiebras de la legalidad democrática y por esa causa están en prisión, desde donde siguen manifestándose libremente, celebran entrevistas, se pronuncian ante los medios de comunicación y no ven en absoluto mermada su libertad de expresión”.
de la Constitución y de las leyes que regulan la democracia española, pretendieron una arbitraria e inconsulta secesión. Ningún país democrático hubiera podido aceptar semejante ruptura de una unidad territorial que tiene cinco siglos de fundada.
Que el PEN Internacional abandone su tradicional neutralidad frente a las luchas políticas internas y, en este caso, dé su apoyo moral e institucional a un movimiento racista y supremacista como es el movimiento independentista catalán, constituye una traición a los estatutos del PEN Internacional y ningún escritor genuinamente democrático debería ampararlo.
Te ruego hacer llegar mi carta de renuncia a todos los centros del PEN Internacional”.