Uber y Cabify amenazan con dejar Barcelona por las cesiones al taxi
El Gobierno catalán cedió ayer a la presión de los taxistas, que culminaron su quinto día de huelga en Barcelona. En un acuerdo con el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que preside la alcaldesa Ada Colau y que aglutina a
Cataluña es la primera comunidad que ha empezado a preparar un decreto propio para regular las licencias de Vehículos de Transporte Concertado (VTC), después de que el Gobierno de Pedro Sánchez traspasase, el pasado mes de septiembre, las competencias en este ámbito a las comunidades autónomas. La solución que proponía ayer la Generalitat desagradaba tanto a taxistas como a las empresas que operan con estas licencias. Hasta el punto de que los primeros acumulan cinco días de huelga y de bloqueo de la Gran Via de Barcelona, una de las principales arterias de la ciudad.
Tras cinco días de conflicto enconado, el consejero de Territorio de la Generalitat, Damià Calvet, trató de alcanzar un consenso en el sector y se reunió con los representantes del gremio del taxi, de la AMB y de las empresas de VTC. Aseguró que exigirá que las VTC sean contratadas con un tiempo mínimo de 15 minutos, que además, los ayuntamientos y el Área Metropolitana de Barcelona podrán alargar todavía más.
La propuesta de decreto que presentó la Generalitat el pasado viernes, y que desató la indignación de los taxistas, contemplaba un periodo de reserva previa de las VTC de 15 minutos. Esta medida busca diferenciar este servicio, donde la precontratación es un imperativo legal, de la actividad del taxi, que se basa en la inmediatez de parar el vehículo en la calle. Este cuarto de hora parecía insuficiente para los taxistas y también para la AMB, que pedía que el margen para la precontratación se ampliara a una hora. 36 municipios y más de tres millones de habitantes, la Generalitat aceptó modificar la normativa para regular las licencias VTC. El nuevo decreto que prepara el Govern restringirá las condiciones con las que las empresas que las operan, Uber y Cabify, ofrecen sus servicios. El
Calvet aseguró ayer que, tras un acuerdo con el ente metropolitano, el decreto que prepara blindará esta demanda. Aunque el Govern obligará a precontratar las VTC con 15 minutos en el conjunto de Cataluña, en su decreto abrirá la puerta para que la AMB amplíe el margen hasta una hora, obedeciendo a unos punto más crítico del texto implica que el área de Barcelona podrá obligar a que los clientes de los VTC tengan que contratarlos con al menos una hora de antelación. Tras conocer esta medida, la patronal de las VTC amenazó con marcharse de la capital catalana.
criterios (ambientales, territoriales y de duración del viaje) que constaban en el decreto del Gobierno central.
La patronal Unauto-VTC, cuyos vehículos también han estado protestando y que han bloqueado estos días la avenida Diagonal —uno de los accesos de la ciudad—, salió en tromba contra la decisión
de la Generalitat y amenazó con que Uber y Cabify dejarán de prestar sus servicios en esta ciudad si sale adelante el decreto catalán.
La patronal interpretó la decisión de la Generalitat como un ataque frontal. “La Generalitat ha cedido ante el chantaje del taxi. Los VTC abandonaremos Barcelona. El taxi ha ganado”, dijo ayer a
Marta Plana, directora de regulación de Cabify en España, añadió que “el decreto obliga a las empresas a cerrar”. Más tarde, sin embargo, Cabify matizó estas palabras. Aseguró en un comunicado que todavía no ha tomado ninguna decisión. Uber, por su parte, se pronunciará hoy.
La huelga de Barcelona vivió ayer su quinta jornada. Los taxistas volvieron a tomar la ciudad para reivindicar sus demandas y colapsaron el centro de Barcelona, con miles de taxis aparcados en arterias como la Gran Vía, que obligaron a desviar decenas de líneas de autobuses. Tras la reunión con Calvet, los taxistas salieron relativamente satisfechos del salto de 15 minutos a una hora de reserva de las VTC y se emplazaron a una asamblea este miércoles para decidir si mantienen o abandonan la protesta.
Durante todo el día los taxistas volvieron a presionar y se manifestaron por distintas calles del centro de la ciudad, lo que obligó a cortar el tráfico en algunas zonas. A primera hora, los taxistas celebraron una asamblea en la plaza de Catalunya. Allí, el portavoz de Élite Taxi, anunció que había entablado diálogo con taxistas de Bruselas para que fuesen a protestar en la bautizada como Casa de la República, el lugar donde reside el expresidente Carles Puigdemont. Tras el anuncio unas decenas de taxistas aprovecharon para cortar la calle de Aragón, donde reventaron cristales, abollado puertas y pinchado ruedas de algunos VTC.
Minutos más tarde, los manifestantes emprendieron una marcha hasta la plaza de Espanya. Los taxistas al llegar a la plaza se concentraron en la misma impidiendo la circulación de vehículos. Unas decenas de ellos cortaron el acceso por la Gran Vía de entrada por el Llobregat. En esos momentos hubo momentos de tensión con otros conductores y con otros VTC. Los Mossos d’Esquadra investigan unas 70 denuncias relacionadas con agresiones a coches con licencias VTC y con enfrentamientos entre taxistas y los cuerpos policiales desde que las protestas empezaron.